Los bancos y cajas de ahorros con cajeros automáticos que den a la calle tendrán que pagar al Ayuntamiento de Benidorm 500 euros al año por ocupar la vía pública, según se deriva de la nueva tasa aprobada el pasado lunes en pleno con los votos a favor de los 13 ediles del gobierno y el rechazo del PP.

Este nuevo tributo, con aplicación ya en otros municipios, gravará a los cajeros automáticos de las 74 sucursales que operan en la ciudad y que estén instalados en las fachadas de las oficinas. Con él, el Consistorio pone en marcha una nueva fórmula para obtener ingresos, ya que las entidades bancarias estarán obligadas a pagar dicho canon todos los años a partir del actual. La edil de Hacienda, Natalia Guijarro, centró su exposición en las ventajas que el Ayuntamiento obtendrá. El grupo del PP se posicionó en contra al no aceptarse una enmienda en la que pedía una rebaja del 50% en otras tasas que gravan al comercio local.