El pleno municipal del Ayuntamiento de Benidorm aprobó ayer por unanimidad desbloquear la urbanización del plan parcial Armanello por parte del constructor Enrique Ortiz, tras diez años de litigios desde su aprobación inicial, el 16 de junio de 2000. El proyecto urbanístico contempla la urbanización de 667.000 metros cuadrados de suelo y la construcción de unas 4.000 viviendas en una de las principales zonas de expansión de Benidorm, ubicada entre el mercadillo Pueblo y la antigua carretera N-332, e históricamente compuesta por fincas de huerta ahora, en su mayoría, ocupadas ilegalmente.

La moción aprobada ayer para desbloquear definitivamente este plan contemplaba la aprobación del texto refundido de dicho proyecto, después de haber superado hasta doce recursos contencioso-administrativos interpuestos por antiguos propietarios, grupos políticos y constructoras, el último de los cuales tras un auto del Tribunal Supremo del pasado 3 de diciembre de 2009 en el que desestimaba un recurso de casación formulado por la mercantil Residencial L'Aigüera SA, según la documentación aportada en los informes técnicos.

En el debate plenario de dicho plan, el concejal de Urbanismo, Jaime Llinares, reconoció como "un gran paso para el urbanismo local" la aprobación del proyecto de urbanización, a la vez que recordó que Armanello es una de las zonas "más importantes de crecimiento natural de Benidorm" y lamentó la parálisis que ha arrastrado desde su primera aprobación en el año 2000, "por parte de los diversos gobiernos del PP".

Estas afirmaciones, no obstante, fueron duramente contestadas por parte de la oposición municipal, cuyo portavoz Antonio Pérez acusó a los concejales ahora en el equipo de gobierno de haber sido "cómplices" de dicha paralización. El edil del PP manifestó que los anteriores concejales socialistas votaron "hasta cinco veces" en contra de Armanello cuando estaban en la oposición, echó en cara a Llinares la presentación de un recurso de reposición y, por último, recordó el episodio en que el tránsfuga José Bañuls echó un puñado de tierra ante el entonces alcalde Vicente Pérez Devesa para denunciar públicamente la adjudicación del plan "al mismo urbanizador a favor del cual votará ahora". Ante las afirmaciones de Antonio Pérez, José Bañuls defendió su postura "entonces y ahora" y dijo que "muchos de los propietarios a los que se engañó entonces, piden ahora que el proyecto vaya adelante tal cual se aprobó en el año 2000". Por su parte, Jaime Llinares aseguró que el nuevo gobierno municipal "ha sido capaz de sacar en ocho meses adelante este proyecto" y avanzó que "el agente urbanizador asegura que tiene financiación y, si empezamos hoy, puede ser una realidad que para finales de este año esté todo listo para iniciar la urbanización".