Indignados. Así aseguraron estar ayer los 121 trabajadores del Casino de Villajoyosa que se acaban de quedar en la calle. Una amplia representación de los trabajadores -en torno a 80- se concentró por la tarde en el acceso a la sala de juego del Puerto de Alicante y anunció una serie de movilizaciones para denunciar una situación "totalmente injusta", en palabras de Jesús Navarro, miembro del comité de empresa y responsable del sector de Juego de UGT en el País Valencià. "Estamos en total desacuerdo con esta decisión unilateral de la empresa. Ha habido un claro abuso de poder y ha utilizado la crisis para destrozar 121 puestos de trabajo", añadió.

Navarro, en representación del resto de compañeros, temió que el cierre de la sala de juegos esconda un trasfondo urbanístico y resaltó que ya circulan algunas noticias que dan por hecho que el suelo que Casinos del Mediterráneo posee en La Vila ya se ha vendido. "Allí tienen mucho terreno que el Plan General acaba de cambiar de recalificar. No nos extrañaría que dentro de seis meses se reabra el casino en otra ubicación, con un edificio más pequeño y con una plantilla completamente nueva", subrayó.

De hecho, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la dirección del casino ha presentado al comité de empresa es "extintivo". Es decir, que prevé la supresión completa de todos los puestos de trabajo con una compensación de 20 días por año trabajado. Y eso, que la Generalitat le ha concedido una autorización para cerrar el complejo durante seis meses. "Ahí vienen nuestras sospechas", enfatizó Navarro.

El responsable del sector de Juego de UGT se mostró convencido de que esta "decisión unilateral" de Casinos del Mediterráneo tiene otro fin: "destruir el convenio colectivo que poseen los trabajadores del casino de La Vila". En las otras dos salas de juego que posee la sociedad en la provincia -Alicante y Torrevieja- sus empleados se rigen por el Estatuto de los Trabajadores, según Navarro, y cobran unos salarios bastante menores que los de sus homólogos vileros: "La empresa ha alegado que en 2009 tuvo más de 14 millones en pérdidas y que tiene unos costes salariales excesivos. Entonces nosotros nos preguntamos: ¿cómo es posible que últimamente haya habido incrementos de sueldo a determinadas personas que no hemos visto nunca?".

Un equipo "superprofesional"

El portavoz de los trabajadores destacó que la plantilla del casino es "superprofesional" y recordó que "siempre" ha dado la cara y ha luchado contra las adversidades, como por ejemplo "los dos embargos que hemos vivido". Navarro consideró además que el cierre del complejo de juego ha sido "premeditado" y acusó a Casinos del Mediterráneo de bajar la persiana un día festivo "con el objetivo de que pasara lo más desapercibido posible". "Estamos prácticamente finiquitados, pero no estamos dispuestos a que nos ninguneen. Vamos a luchar por nuestros derechos y le vamos a exigir a la empresa que deje de engañarnos y nos dé un trato y una indemnización justa", concluyó.

Sin acuerdo en las negociaciones para traslados a Alicante

El comité de empresa del Casino de Villajoyosa intentó negociar con la empresa el traslado de varios trabajadores hasta la sala de Alicante cuando se anunció que ésta iba a abrir sus puertas. Sin embargo, la mercantil se negó en rotundo a aceptar esta petición, según el responsable del sector de Juego de UGT en el País Valencià, Jesús Navarro. "Optamos por solicitar el traslado de varios compañeros, pero siempre se nos dio la misma respuesta, que no", resaltó. Navarro aseguró que esta negativa se debió a un aspecto muy sencillo, que Casinos del Mediterráneo quería abaratar los salarios de sus empleados y, por ende, no estaba dispuesta a mantener la antigüedad de los trabajadores vileros. "Al fin y al cabo las pérdidas se deben a su mala gestión. ¿A quién se le ocurre abrir un casino nuevo en plena crisis?", se preguntó. Este portavoz, por último, denunció que buena parte de los trabajadores que se han quedado en la calle tienen edades entre los 45 y los 55 años y han estado "toda la vida" en el casino. A. F.