­El negocio del juego tampoco escapa a la crisis, ni a la competencia de internet. Acuciado por unas pérdidas continuadas en los dos últimos años –14 millones de euros en 2009, según la empresa–, el histórico Casino de Villajoyosa anunció ayer que hoy echará el cierre definitivo. La propietaria de la sala, Casinos del Mediterráneo, presentó ayer un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta al 100% de la plantilla. En total son 121 los trabajadores incluidos en este expediente extintivo, aunque Casinos del Mediterráneo se comprometió a mantener los 208 puestos de trabajo de las otras dos salas que gestiona en la provincia: la situada en la Marina Deportiva junto al Puerto de Alicante y la de Torrevieja. «Los números hace tiempo que no salen, estamos aguantando pérdidas acumuladas y la empresa se ha convertido en algo inviable», se lamentó Antonio Barajas, director del casino.

La propietaria del Casino de Villajoyosa ha gestionado esta sala desde 1999 y asegura que ha invertido en ella más de 30 millones de euros en los últimos años. Sin embargo, el prolongado descenso en la cifra de usuarios y en los resultados del casino han obligado a cerrarlo en el marco del plan estratégico anticrisis. La indemnización prevista para los 121 empleados afectados es de 20 días por año trabajado de 12 mensualidades.

El casino de Villajoyosa perdió en 2009 la cantidad de 14.621.203 euros, según datos aportados por la empresa del bufete Ubi-Lex abogados y asesores tributarios. «Es imposible mantener este ritmo de pérdidas provocadas por la crisis económica, la competencia de los casinos online y unos costes salariales anuales que ascienden a casi 7 millones de euros», explicó Barajas. «Para salvar 208 puestos de trabajo y fortalecer Alicante y Torrevieja, nos vemos obligados a sacrificar la sala de Villajoyosa, que desde hace dos años pierde cantidades ingentes de dinero», añadió.

El cierre del casino se produce justo un día después de que el Ayuntamiento aprobase una modificación en el Plan General para favorecer la construcción de hoteles de cuatro y cinco estrellas en La Vila. Además, la empresa ya barajó hace dos años construir un rascacielos en el suelo del casino para destinarlo a hotel, aunque el proyecto nunca llegó a presentarse oficialmente al Consistorio.

Por sorpresa

La noticia de que el casino ya no abrirá hoy sus puertas pilló ayer a muchos trabajadores en su puesto de trabajo y sin haber sido advertidos previamente. De hecho, los miembros del Comité fueron convocados a una reunión a las ocho de la tarde, en la que participaron también un notario y asesores legales de la mercantil, para exponerles la situación y comunicar el cierre de la sala, pero a la misma acudieron sin conocer su contenido y sabiendo, tan sólo, que se iban a abordar «asuntos varios».

Fuentes del Comité de Empresa mostraron este diario su «malestar» por las formas utilizadas y señalaron sentirse «ninguneados y engañados, puesto que hasta el último día nos han estado diciendo que la sala no se iba a cerrar». Estas fuentes recordaron que la plantilla de La Vila se compone, en su mayoría, por trabajadores que llevan entre veinte y treinta años en la empresa y con unos derechos consolidados por convenio de los que carecen los empleados de las otras dos salas. «Ahora nos ponen de patitas en la calle sin ninguna de consideración, porque somos más caros que nuestros compañeros», lamentaron. Por último, prevén estudiar medidas de presión contra una situación que pilló a toda la plantilla por sorpresa.

El alcalde asegura que ignoraba la decisión

El alcalde de La Vila, el popular Jaime Lloret, se mostró ayer sorprendido tras conocer el cierre de la instalación a través de este periódico y aseguró que se trataba de una «mala noticia para los trabajadores y para la imagen de La Vila Joiosa, porque nos daba calidad». Lloret dijo tener conocimiento de que la empresa atravesaba por dificultades «pero no pensaba que llegarían a tanto. Sabía que iban a hacer un ERE, pero no me imaginaba que fuera tan drástico». El Casino Mediterráneo, junto con el hotel Montiboli y Chocolates Valor son tres de las marcas que «dan prestigio» a la ciudad, según Lloret, que preguntó en varias ocasiones si la noticia era cierta, y reiteró su malestar por la «situación en la que se quedan esos 121 trabajadores». Lloret recordó que hace meses el Comité de Empresa se reunió con él y que en aquella cita les ofreció facilidades «en el tema del número de mesas para que no tuvieran que pagar el IAE», aunque reconoció que «ultimamente se veía a poca gente jugando en las salas».