La Vila Joiosa donará un tercio de las piezas que expondrá el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) en la muestra "Objetos egipcios en Alicante" que podrá ser visitada desde este mes hasta el próximo octubre, y que se trata de una exposición paralela a otra llegada con fondos del museo del Louvre de París titulada "El enigma de la momia. El rito funerario en el antiguo Egipto".

Entre las reliquias más destacadas de la misma, aportadas por el fondo museístico vilero, destacan una cantimplora de Año Nuevo, un medallón de oro fenicio con símbolos faraónicos y un amuleto de la esfinge de Bes.

El medallón fenicio de oro decorado con símbolos faraónicos es una de las piezas más preciadas del municipio, ya que estuvo expuesta en el año 2007 en la muestra "La Méditerranée des Pheniciennes" que fue organizada por el Museo del Louvre en el Institut du Monde Arabe de París, según recordó ayer el director del Museo Municipal, Antonio Espinosa.

Sin embargo, la pieza cedida al MARQ más relevante será una cantimplora egipcia de Año Nuevo, fabricada hacia 600 a.C. en Sais, la capital de Egipto durante la dinastía XXVI. Se trata de una pieza única en la Península Ibérica, hallada en la necrópolis de Casetes de Villajoyosa. La cantimplora contenía agua del río Nilo recogida el día de la crecida (hacia el 20 de julio), que marcaba el año nuevo egipcio. Según explicó el arqueólogo, el agua recogida ese día se consideraba milagrosa, con propiedades curativas, y probablemente, tras adquirirla de mercaderes fenicios, se depositó en la tumba de La Vila Joiosa para favorecer la vida eterna del difunto. A ambos lados posee sendas inscripciones jeroglíficas que rezan: "¡Que el dios Ptah abra un feliz año a su dueño!" y "¡Que la diosa Neit dé vida y salud a su dueño!". (Neit era la diosa patrona de la ciudad de Sais, según información facilitada por el equipo de Documentación del museo local).

Además, se prestarán otras piezas de las necrópolis del Poble Nou y Casetes-Creueta, como son un "escarabeo" de jaspe verde, o amuleto en forma de escarabajo, que se colocaba sobre los difuntos en sus tumbas para ayudarles a tener vida eterna en el más allá, o siete amuletos de esteatita (piedra de talco tallada), que representan diferentes dioses protectores, como la Vaca Hathor, el dios Halcón Horus y sus ojos indestructibles "Udyat", el dios chacal Anubis, el enano Pateco y dos esfinges.

El equipo municipal de Fondos Museísticos y de Restauración del Museo, formado por Amanda Marcos y María José Velázquez, ya han preparado los embalajes específicos y los trámites necesarios para el préstamo de todas las piezas en los próximos días.

Una esfinge única

El arqueólogo de La Vila, Antonio Espinosa, destacó entre todas las piezas cedidas una esfinge alada con cabeza de Bes con un tocado de plumas ya que "esta pieza es única en España, y seguramente procede de la isla de Cerdeña, donde había un taller de fabricación de amuletos de tipo egipcio, y donde están las piezas más similares a la encontrada en nuestros yacimientos". El dios Bes era protector de la familia y, especialmente, de las mujeres y de los niños, asistiendo a éstas en los partos y protegiendo a los recién nacidos.