La calle Ruzafa de Benidorm experimentará una transformación radical si prosperan las propuestas formuladas por el sociólogo Mario Gaviria, y acogidas por el Ayuntamiento, para esta zona. Dichas propuestas figuran en un estudio elaborado en los últimos meses y tienen como objetivo reducir de forma drástica el tráfico rodado, disminuir considerablemente los niveles de contaminación acústica y reurbanizar para ganar espacio para los peatones.

Esta calle es la principal arteria del casco viejo de Benidorm y soporta diariamente un gran tránsito de vehículos al haberse convertido en paso casi obligado para aquellos que se dirigen a la avenida del Mediterráneo y al Rincón de Loix.

Gaviria explica que el inicio de la calle "está mal gestionado" debido a la instalación de pivotes en el suelo y barreras de la policía "que disuaden a los peatones de pasear hacia arriba" de la calle. En su estudio indica asimismo que hay una sobresaturación de indicadores, anuncios, papeleras, etc. "que la hacen intransitable". Expone que hay puntos en los que se encuentran hasta 15 obstáculos en aceras estrechas. Pero además, se califica a la calle como "una especie de secreta estación o apeadero de autobuses" puesto que los hay de varios tipos (de llegada y salida al aeropuerto, de cadenas hoteleras, de carga y descarga de viajeros, de manteros, escolares, microbuses...) aunque paradójicamente no los hay de transporte público urbano.

Esa cantidad de autobuses, sumado al intenso tráfico provoca que haya un exceso de ruido, de 84 a 88 decibelios máximos, que afecta a casi toda la calle. Apenas unos metros más allá, en el interior del Parque de La Aigüera, los ruidos son mínimos. "No hay ni siquiera pájaros que canten" subraya el sociólogo.

La propuesta de reducir el tráfico permitiría transmitir parte de las disfunciones del ruido de los automóviles a la Avenida de L'Aigüera "que por sus características puede incrementar su tolerancia al ruido".

Prioridad

Así las cosas, las principales recomendaciones para llevar a cabo la transformación de la calle serían varias. La primera de ellas se centraría en la eliminación de las plazas de aparcamiento en superficie, compensadas con los numerosos parkings que existen en la zona. Otra medida sería el traslado de la parada de taxis a la calle Emilio Ortuño. La tercera medida pretende la implantación de un pavimento homogéneo, con la eliminación de aceras y delimitando con pivotes la calzada para el paso de vehículos. Para reforzar ésto, se impondría la calle Ruzafa como Zona 10, en la que el peatón y el ciclista tienen prioridad sobre los vehículos a motor, que no podrán circular a más de 10 kilómetros por hora.

Esta medida llevaría aparejada además la restricción del acceso a los automóviles, salvo a aquellos de residentes y de quienes accedan a los aparcamientos de la zona, taxis, autobuses de hoteles, vehículos de carga y descarga y servicios municipales o ambulancias. Otra medida propone la creación de zonas de carga y descarga para los vehículos de reparto de los comercios con horarios más restringidos y también una zona de carga y descarga de pasajeros para los autobuses de hoteles cercanos.

En cuanto a la escena urbana se apuesta por un alumbrado homogéneo, de estilo antiguo, a lo largo del paseo, la mejora del pavimento de los soportales de la parte superior de la vía y la colocación de un pequeño arbolado. Paralelamente se realizaría una campaña de fidelización de clientes para beneficio del comercio de la calle y, como no, intensificar la limpieza de la calle y las adyacentes.