Se han iniciado las Fiestas de Benidorm. Los visitantes serán bien recibidos y los vecinos han de engalanar sus calles y no pueden perderse ninguno de los actos oficiales". Este mensaje para anunciar las Fiestas Mayores, perdido en el olvido de la modernidad, volvió a escucharse ayer por las calles más céntricas de la ciudad de los rascacielos de manos de José Sirvent Cabot, un vecino de Relleu de 64 años de edad, que desde hace 32 ha dedicado su vida a avisar a los vecinos de su pueblo de cualquier incidente, aviso particular o notificación de la cooperativa o del Ayuntamiento, compaginando este cargo con su trabajo de funcionario municipal, y que ayer se desplazó hasta Benidorm para pregonar por sus calles el bando especial del alcalde con motivo de los festejos.

Ataviado con su uniforme "de gala", compuesto por un blusón negro, pañuelo, boina y las típicas alpargatas de esparto, y con su inseparable trompetilla o "turuta", que refleja el paso de los años y el uso que durante ellos le ha dado, José Sirvent inició el recorrido en el Ayuntamiento. Allí recibió de manos del primer edil, Agustín Navarro, una copia del bando y allí hizo sonar por primera vez los tres toques de trompetilla, que dentro de los códigos de un avisador profesional se usan para dar cuenta de los avisos municipales.

Usando la lengua valenciana y con el discurso aprendido de carrerilla, el pregonero inició la marcha que le llevaría a la plaza de la Cruz, el Paseo de la Carretera, el Mercado Municipal y otros puntos del centro, para sorpresa de muchos vecinos que se toparon con él y aplaudieron cada una de sus intervenciones. Por la tarde, volvió a repetir el recorrido, acompañado del sonido de la dulzaina y el tabalet, así como de la edil de Fiestas, Cristina Escoda, las reinas Rosa García y María Marcet, sus damas de honor y otros miembros de la Comisión de Fiestas, y está previsto que durante la mañana de hoy también regrese a Benidorm para seguir pregonando el inicio de los días grandes.

José Sirvent, que ya estuvo en Benidorm invitado por la Associació de Penyes en el año 2006, afirmó sentirse "muy satisfecho" con la acogida que tuvo su intervención por parte de vecinos y turistas.