Los vecinos de La Vila Joiosa que han presentado alegaciones contra la construcción de una subestación transformadora eléctrica en las inmediaciones del casco urbano, han exigido al gobierno local poder ver todos "los expedientes del proyecto desde su inicio, así como el Estudio de Impacto Ambiental del mismo, los certificados y los estudios e informes emitidos por los técnicos tanto de la subestación como de las líneas eléctricas". El motivo de esta solicitud es que consideran "insuficiente" y "no real", la información que Ayuntamiento y empresa (Iberdrola), facilitan sobre el proyecto en el Plan de Participación pública que permanece expuesto hasta mediados de mes, para que la ciudadanía puedan ejercer su derecho a presentar alegaciones, algo que ya ha hecho más de un millar de personas.

Sin embargo, según afirmó ayer Marta Orts Llinares, vecina que vive a unos 50 metros de donde iría ubicada la estación eléctrica, "hasta la fecha no hemos recibido respuesta del Ayuntamiento". Una negativa que no parece haberles amedrentado, ya que según confirmaron, han pedido cita al Síndic de Greuges para exponer también, a través del mismo, sus quejas y alegaciones.

Además, varios afectados han emprendido una campaña para recoger firmas en contra de la ubicación donde iría la subestación -ayer se instalaron en las cercanías de varios colegios- puesto que recalcan que están "en contra del lugar donde quieren levantar ese monstruo, cerca de viviendas y de futuros colegios, por los efectos dañinos que provocará para la salud. Lo único que queremos es que la hagan, porque queremos tener luz, pero lo más lejos posible de los núcleos de población".

El proyecto de la subestación eléctrica se llevó a pleno el 3 de enero de 2008, siendo alcalde el socialista Gaspar Lloret. En el mismo se habló de tres posibles emplazamientos, algo que no se menciona en el Plan de Participación pública, al igual que no se alude a la previsión de que la misma recibiera energía de "futuros campos solares fotovoltaicos". En todo caso, según recordaba hace unos días el alcalde, Jaime Lloret (PP), se aprobó la ubicación actual por unanimidad de todos los grupos. Un criterio que no comparte su antecesor. El ahora portavoz socialista puntualizó ayer que lo aprobado decía que debía "tenerse en cuanta un Estudio de Impacto Ambiental" y que "no se construirá sin contar con todos los beneficios y parabienes técnicos, ambientales, y de seguridad que le sean propios", requisitos que considera "no se dan, al ignorarse un derecho básico como es la participación ciudadana, que pide trasladar el proyecto a otro lugar".

Por otra parte, las gestiones para dotar al municipio de esta central se iniciaron durante la anterior legislatura, siendo alcalde de La Vila el también dirigente del PP, José Miguel Llorca Senabre.