Había racismo y sólo se quemaron casas de gitanos", alegó ayer el acusado de provocar siete incendios en el complejo Playmon Fiesta de Benidorm entre el 18 de mayo y el 21 de junio de 2001. Durante el juicio que arrancó en la Audiencia Provincial, Ángel M. N. negó que causara los fuegos en el conjunto de apartamentos, donde residía junto a su mujer, sus hijos y otros familiares. Su abogado defiende su inocencia al considerar que "al ser gitano y toxicómano pagó los platos rotos" de unos hechos que, a su entender, son consecuencia de un conflicto racista, pues tiene la "sospecha" que fueron causados por otra u otras personas "con ánimo de echar de allí a la comunidad gitana". Por contra, el fiscal sostiene que varios testigos oyeron al procesado amenazar con prender el edificio después de recibir una orden de desahucio y pide para él una condena de 84 años de prisión.

Los hechos despertaron la alarma entre los más de 2.000 vecinos del complejo que vieron como en apenas tres semanas se producían siete incendios, incluso dos de ellos en un mismo día. Durante la vista, algunos residentes relataron haber escuchado amenazas por parte del procesado y aseveraron que le vieron sacar enseres de su casa días antes de que supuestamente le prendiera fuego.

El acusado lo negó todo y aseguró que cuando se produjeron los incendios no se encontraba en el edificio, sino llevando a sus hijos al colegio, jugando al trile o en algún bar. Alegó que los fuegos sólo le han traído pérdidas, tanto a él como a sus familiares, que residían en las otras viviendas incendiadas.

Los policías que declararon durante la vista aseguraron que el acusado intentó huir en el momento de la detención. Según el procesado, tomó esta actitud porque llevaba encima sustancias estupefacientes, si bien los agentes relataron que sólo tenía un cigarro en los bolsillos.

Un Policía aseguró que el hermano del acusado le dijo que "había estado con su mujer en Cuba y un santero les dijo que tenían que quemar casas para sacarse el demonio de dentro". Este extremo fue negado por el abogado de la defensa, quien aseguró que este familiar tiene una discapacidad mental. Este agente relató cómo durante uno de los incendios "tuvimos que bajar en brazos desde las plantas más altas a ancianos impedidos".

Aunque los vecinos no confirmaron que existiera un conflicto generalizado entre payos y gitanos, algunos reconocieron haber tenido algún problema con el acusado por las amenazas que supuestamente les profería.

Durante la mañana de hoy y del miércoles seguirán declarando los testigos en la vista que celebra la Audiencia Provincial.