La Sección Segunda de este Tribunal considera que cuatro de los ahora procesados son autores de un delito contra la salud pública y uno es cómplice de este mismo delito.

Los hechos se remontan a 2005 cuando agentes de la Guardia Civil comprobaron que algunos clientes de un pub benidormí pedían en la barra "una copa y medio", obteniendo así una bebida y una papelina de cocaína que rondaba el medio gramo de peso.

Tras abonar una cantidad económica, alrededor de 30 euros, el cliente recibía el cambio y, entre los billetes, la droga.

Como consecuencia de estos hechos, la Guardia Civil efectuó un registro en el citado pub, a cuyo gerente, L.D.D., de 29 años y de nacionalidad española, le fueron ocupadas diversas cantidades de droga y dinero procedente de su ilícita actividad, así como a K.A.K., con documentación de Bulgaria, que trabajaba como camarero.

Al mismo tiempo, los efectivos de seguridad observaron que el ahora acusado A.A.S. arrojó por el retrete distintas papelinas de cocaína, merced a que A.R.M., de nacionalidad rumana y portero del bar, alertó de la llegada de las fuerzas del orden.

Frente al citado bar, los agentes localizaron a la ahora acusada N.Y., de origen ucraniano, quien tenía en su poder 10 papelinas de cocaína.

El Ministerio Fiscal calificó los hechos como constitutivos de un delito contra la salud pública, con el atenuante de drogadicción de todos los acusados, mientras que las defensas se adhirieron a la calificación de la acusación pública.

Asimismo, los acusados reconocieron en la vista oral ser autores de los hechos objeto de la acusación.