El ambiente de crispación que late en Orxeta explotó a mediodía del jueves, cuando un concejal del Bloc Nacionalista, Manuel Lloret, se personó en el Ayuntamiento para pedir explicaciones al secretario municipal por una multa de tráfico a un vehículo de su propiedad. Según la denuncia presentada ante la Guardia Civil por el secretario municipal, Gaspar José Blanco, el edil nacionalista insultó a un funcionario y "empezó a dar golpes en el mobiliario, causando daños en un armario de madera y una mesa de madera". El concejal nacionalista reconoce que "dio un manotazo" sobre la mesa y cayeron los archivadores y carpetas que había en una estantería.

"Perdí los nervios porque lo que está ocurriendo en Orxeta contra los concejales de la oposición y las personas de nuestro entorno es un auténtico acoso por parte del alcalde", señaló Manuel Lloret.

El origen del incidente que acabó con los destrozos en el despacho del secretario municipal, según explican los dos concejales del Bloc en el Ayuntamiento de Orxeta, el propio Manuel Lloret y Josefa Llorca, "son las reiteradas denuncias de tráfico que están recibiendo desde hace varos meses concejales y personas del pueblo que han expresado públicamente su oposición al equipo de gobierno" por la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, y por permitir el funcionamiento de la hormigonera.

Manuel Lloret regenta una panadería en el casco urbano de Orxeta y, según indica, en pocas semanas ha recibido varias denuncias. "En el pueblo no hay policía local y es un alguacil el que pone las multas", señala. La última fue el detonante. Lloret alegó que tenía el vehículo estacionado cerca de su establecimiento por una avería mecánica, y el jueves, "se personó un funcionario en casa con un escrito en el que reclamaban la factura del mecánico".

Ese fue el escrito por el que el edil nacionalista pidió explicaciones en el despacho del secretario y ahí se originó el incidente que ahora ha terminado en el cuartel de la Guardia Civil de Villajoyosa.

El secretario municipal indica en la denuncia formulada ante la Guardia Civil que hubo insultos y que Lloret "la emprendió a golpes con el mobiliario", y cita a tres testigos presenciales de los hechos.

Por su parte, el diputado comarcal del PSOE, Agustín Navarro, amitió ayer un comunicado en el que calificaba de "incívico" el comportamiento del concejal del Bloc, al que acusó de "tomarse la justicia por su mano, porque le habían puesto una multa por mal estacionamiento", afirmando que el edil nacionalista "amenazó con destrozar ordenadores y lo que quiera si le vuelven a poner una multa".

Enfrentamientos por el PGOU y la hormigonera

Las pretensiones de una promotora para construir un campo de golf en terrenos de la huerta de Orxeta y la oposición frontal de buena parte de los habitantes del municipio, constituidos en asociación, marca el inicio de la situación de enfrentamiento que ahora vive este pueblo del valle del Amadorio. Los dos partidos mayoritarios del municipio hasta entonces, Partido Popular, en la oposición y PSPV-PSOE, en el gobierno, sufrieron escisiones de militantes, al considerar que estas formaciones no estaban defendiendo los intereses generales del pueblo. Del primero salió Partido de Ciudadanos de Orxeta, cuyo candidato, Arnaldo Sellés también sufre, según denuncia, la persecución del equipo de gobierno y sobre el pesa una multa de siete mil euros por tener las mesas de su bar en la calle, mientras que militantes socialistas se presentaron en las pasadas elecciones municipales bajo las siglas del Bloc Nacionalista, en protesta por mantener como candidato a la Alcaldía al actual primer edil, Vicente Llinares.

Las elecciones municipales se saldaron con tres concejales socialistas, dos del Bloc Nacionalista y dos del Partido Popular. La primera iniciativa de los nacionalistas fue presentar una moción al pleno para que fuera devuelto al Ayuntamiento el PGOU, aprobado provisionalmente a pocos días de finalizar la pasada legislatura, para su revisión. Este punto marcó la división de los dos concejales del PP, uno de los cuales ha pasado al grupo de ediles no adscritos.

El segundo tema de enfrentamiento es la planta hormigonera que funciona desde hace quince años sin ningún tipo de permiso, lo que le ha valido una denuncia por prevaricación al alcalde del municipio, Vicente Llinares, y sobre el que, el pasado mes de enero, el Bloc solicitó un pleno para que el Ayuntamiento se personara como acusación particular.