Muchos de los abrazos de consolación y ánimo que se dieron ayer en el Pitiu Rochel una vez finalizó la final fueron para Toni Navarro, presidente del Mar Alicante. Todo aquel que sigue al equipo alicantino sabe lo mucho que Navarro ha sufrido y sigue sufriendo por el Mar Alicante, por lo que, si el partido de ayer era importante de por sí, para él lo era mucho más.

El dirigente de la entidad estaba entre triste y emocionado por ver lo que estaba pasando a su alrededor y hasta donde habían llegado y, pese a que su equipo no había logrado materializar el sueño europeo, afirmó, orgulloso de sus jugadoras, que "nadie puede reprocharle nada a este equipo".

"Las chicas han hecho un grandísimo trabajo logrando el empate en una final tan complicado y ante un gran equipo como es el Ferencvaros", aseguró Navarro, que también maldijo la mala suerte del Mar con los palos a lo largo del partido.

Uno de los aspectos que más emocionó al dirigente fue la respuesta de la ciudad ante el acontecimiento y, en un Pitiu Rochel que registró un lleno para la historia, mostró su satisfacción: "La afición ha estado sencillamente espectacular, lo hemos intentado para ellos y no ha podido ser, pero aún así, el partido ha sido una auténtica fiesta".

Con luz propia

La estrella del Mar Alicante, Isabel Ortuño, ha brillado con luz propia a lo largo de la temporada y lo ha hecho con mayor intensidad que nunca en los momentos clave de esta Recopa de Europa. En el partido de ida de la final marcó la mayoría de los goles del Mar Alicante, y en el encuentro de ayer volvió a destacar con un total de ocho goles y siendo víctima de un férreo marcaje por parte de las jugadoras del Ferencvaros, que no querían volver a sufrir el azote del brazo izquierdo de Isa Ortuño.

La lateral aseguró, tras el partido, que se queda "con la experiencia de haber llegado a una final europea" y, pese a no haber logrado el título, "tienen que estar contentas, porque a una final no llega todo el mundo".

Al igual que Toni Navarro, Ortuño también se mostró muy agradecida por el apoyo de la afición alicantina y deseó que esa inestimable ayuda de la gente se repitiera a lo largo de la próxima temporada: "Ojalá la afición esté así con el equipo el año que viene, porque nosotras jugamos por y para ellos". La jugadora dijo que todo este apoyo ha surgido "gracias al gran trabajo realizado en Europa".

Por otro lado, Ortuño quiso dar su particular opinión del arbitraje a lo largo del partido de ayer y se mostró en desacuerdo con su entrenador, Ángel Sandoval. Sin desemerecer el trabajo de las rivales húngaras, Isabel Ortuño echó en cara que las jugadoras del Ferencvaros "se podrían haber llevado más de una exclusión", porque "la defensa ha sido muy dura". En este caso, Ortuño sabía muy bien de qué hablaba porque las visitantes se mostraron especialmente duros con ella a la hora de defender sus lanzamientos y acabó en el suelo de manera brusca más de una vez. "Han sido muy reiterativas en la defensa", replicó Ortuño, que, pese a estos lances del partido, dio la enhorabuena al cuerpo técnico del Ferencvaros como buena profesional que es.