Quebraderos de cabeza en el sector El Pinar de Crevillent. En febrero de este año el promotor del sector R-10 anunciaba que se reiniciaban las obras de urbanización después de unos años paralizadas por la crisis. Sin embargo, algo que también ha estado inactivo todo este tiempo ha sido el servicio de jardinería y mantenimiento de la zona, una competencia de la constructora hasta que no se recepcione íntegramente el área por el Ayuntamiento.

Sin embargo, hasta hace dos semanas la empresa no estaba prestando ningún servicio de adecuación de jardines, una situación que ha desatado el conflicto vecinal, ya que «muchos árboles se han secado llegando a tocar el suelo, con ramas que bloqueaban el paso al viandante y las malas hierbas han crecido por todas las zonas ajardinadas», según explica Francisco Verdú, edil del área de Servicios Municipales.

Finalmente, la agrupación urbanística se ha comprometido a cumplir con el servicio, que empezó a prestarse a principios de este mes por un par de operarios que están peinando el área desde el sur hasta el norte. Aún así, el Ejecutivo local ha intensificado la presencia policial en la zona para hacer seguimiento de los trabajos, porque han notado que en los primeros días no terminaba de efectuarse correctamente el mantenimiento, por lo que se ha advertido a los operarios que hagan bien el trabajo, porque tras la poda de las jardineras, se quedaban restos en el suelo sin recoger. Para poner solución a la falta de actuaciones, en septiembre de 2017 los residentes de una de las áreas ya urbanizadas intentaron ponerse en contacto con la Agrupación de Interés Urbanístico para reclamar este servicio, sin éxito.

Al no encontrar respuesta, acudieron a la Administración local para que pusiera medidas. El Ayuntamiento envió una notificación ese mismo mes solicitando que exigieran responsabilidades, apoyándose en las quejas vecinales y los partes de la Policia Local que daban constancia del número de desperfectos. El promotor no actuó en los tres meses que el Ayuntamiento dio de plazo y se volvió a dar aviso con un plazo de dos meses más. El agente urbanizador no se pronunció en todo este tiempo, según fuentes municipales. La situación provocó que la oficina técnica iniciara los trámites de ejecución subsidiaria por parte del Consistorio, que contactó con tres empresas para que se hicieran cargo del servicio, con un coste aproximado de 14.500 euros que correrían a cargo del promotor. Desde el Consistorio sostienen que la advertencia económica ha motivado que finalmente los agentes urbanizadores hayan decidido asumir los trabajos con sus propias dotaciones de maquinaria y personal lo antes posible. Sin embargo, aunque el sector no está recepcionado por la Administración local, el servicio de limpieza y recogida de basura está recogido en el pliego técnico y se presta varios días a la semana.

El sector R-10 de Crevillent se activó de nuevo en febrero de este año, después de que las obras quedaran paralizadas en 2013 debido a la crisis inmobiliaria, según alegó en su momento la promotora. Todavía se desconoce cuando finalizarán las fases.