«Entras un lunes y se te quitan las ganas de volver al mercado. Casi todos los puestos vacíos, eso da muy mala imagen». Esa es la sensación que tienen algunos comerciantes del mercado de abastos de Crevillent, que entienden que deberían tomarse medidas para atraer actividad al enclave. Para revertir esta situación, el Ayuntamiento está elaborando una nueva ordenanza de mercados que regule los horarios y los usos que pueden desarrollarse en estas instalaciones, para poder relanzarlas. El documento, en fase de redacción, sustituiría al de 1974 e iría al compás de la ley valenciana de mercados, con las particularidades del municipio.

En cuanto al horario, la intención de la normativa es establecer unos días de actividad regulados que se respeten. Por eso, se baraja que del jueves al sábado sea obligatoria la apertura, con posibilidad de abrir por la tarde para satisfacer la necesidad de clientes que no pueden acceder por la mañana. Este seria un paso adelante con respecto a la normativa en vigor, que no reglamenta las horas de apertura comunes, una situación que lleva a que cada comerciante abra cuando estima oportuno de cara a las ventas, aunque esa decisión particular revierta en la imagen general del mercado, ya que al principio de semana abre aproximadamente solo un 20% de estos pequeños establecimientos.

«El lunes pasaron ocho personas por el puesto y hasta el jueves o viernes no se nota mucho movimiento, y no vendemos prácticamente nada. Mi hija ha tenido que ponerse un puesto en el mercadillo los domingos para sacarse un jornal decente», señala Antonia Muñoz, que lleva más de cincuenta años con un puesto en el mercado y ahora ayuda a su hija.

Desde la Concejalía de Mercados exponen que esta ordenanza ampliaría la oferta de actividades, para que no se centren en el sector de la alimentación, y se incentive la iniciativa empresarial, ya que hay cinco puestos cerrados permanentemente, y «hay que abrir el abanico para renovar y ganar la batalla a las grandes superficies», señala Francisco Verdú, edil del área. Se estudia, también, el modo de adquirir los puestos, que actualmente funciona bajo concesión provisional y que podrían salir mediante subasta con la nueva regulación. La Asociación de Comerciantes del Mercado de Abastos, creada hace algo más de un año, también reivindica aparcamiento regulado en el entorno para atraer a la clientela, una posibilidad que está sobre la mesa, ya que desde el Ayuntamiento tienen previsto desarrollar un proyecto piloto de zona azul en dos calles próximas al mercado, tras una moción de Ciudadanos aprobada en 2017. Este aparcamiento tendría unos precios populares y el estacionamiento se limitaría a una hora, que podría renovarse presencialmente.