Los festeros de Crevillent ya pueden decir con todas las de la ley que los Moros y Cristianos tienen el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Aunque esta declaración se sabía desde octubre del año pasado, fue ayer cuando el subdelegado del Gobierno en la Provincia, José Miguel Saval, entregó la distinción oficial que reconoce a la entidad festera su trayectoria y la eleva a la internacionalidad.

Esta entrega se realizó en un acto institucional en el auditorio de la Casa de Cultura José Candela Lledó, que vino seguido de una entrada de bandas musicales locales, que entonaron distintas marchas por el municipio para avisar a los vecinos de que éste era un día histórico para Crevillent y para las fiestas patronales en honor a San Francisco de Asís.

Al comenzar el acto, se concedió esta distinción, firmada por la Secretaría de Estado de Turismo, al presidente de la asociación festera, José Ángel Asencio, que no podía controlar la emoción, «después de cuatro años de trabajo para conseguir la declaración», según señaló.

Asimismo, también se reconoció la labor de las doce comparsas que integran la asociación y cada uno de sus representantes bajó al escenario a recoger la distinción, de la misma forma que lo hicieron algunos empresarios que han apoyado a la fiesta en los últimos años, como la Cooperativa Eléctrica o instituciones como el Ayuntamiento. En este sentido el alcalde, César Asencio, reafirmó que las fiestas de Moros y Cristianos «están por encima de intereses y de clases políticas, porque son un centro de hermandad». También dio su agradecimiento a la Corporación y a los grupos políticos de la oposición, «porque, a pesar de que se discute por muchas cosas, en este tema no se ha discutido y todo terminó bien. Misión cumplida», señaló. A este acto acudieron varios representantes, tanto municipales como de distintos grupos políticos, además de algunos invitados como la presidenta de la Undef, Pepa Prats; Adrián Ballester, en representación del Patronato Costa Blanca; la directora general de Transparencia, Aitana Mas; el diputado nacional de Compromís Ignasi Candela y el popular Joaquín Albadalejo.

Uno de los momentos más aplaudidos de la jornada llegó después de la retahíla de honores, cuando aparecieron en escena los embajadores moro y aragonés, acompañados de las doce reinas y sultanas, que interpretaron un fragmento de la Embajada al Rey Jaume I, obra escrita en 1976 por Salvador Doménech, declarada como Bien Material de Relevancia Local. Durante la actuación, se representó un periodo de la historia en el que los moros y cristianos terminan pactando la paz entre los dos pueblos y se termina liberando al Ra'is, con lo que no hay ganadores ni vencidos. Este instante quedó inmortalizado con el ballet de la comparsa Beduinos y, para finalizar la celebración, los vecinos se congregaron en las inmediaciones del auditorio donde se inició una mascletá, que sonó por todo lo alto.

Por último, los festeros terminaron este día histórico con un vino de honor y tardeo en los distintos casals festeros. Durante el mes de abril y principios de junio la asociación seguirá de celebración con un Mig Any cargado de actividades, como carreras, pasacalles y comidas de convivencia.