Los polígonos industriales de Crevillent podrían tener una mejora sustancial en el mantenimiento del entorno urbanizado, gracias a un plan de ayudas, al que podría acogerse el municipio, y que ha lanzado el Consell a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), si así se aprueba primero en el pleno extraordinario que ha convocado el PP hoy, y la Generalitat da luz verde. Con este plan se pretende la mejora, modernización, dotación de infraestructuras y servicios en enclaves industriales y tecnológicos durante 2018 y 2019.

En el pleno extraordinario de hoy se debatirá esta solicitud para acogerse a la subvención que supera los 2.670.000 euros de inversión en las zonas industriales de la comarca del Baix Vinalopó y l'Alacantí. En el caso de Crevillent, la oficina técnica ha redactado una serie de memorias, tomando como guía las recomendaciones que emanan del Plan Estratégico Industrial, que sirve de refuerzo justificativo frente a la Administración autonómica. Asimismo, solicitan fondos para mejorar el mantenimiento de siete áreas industriales, que afectan al polígono de Cachapets, Polígono I-8, I-4, I-7, Polígono Imperial, Faima y Crevillente Industrial. Según esta propuesta, la mayoría de actuaciones se centran principalmente en la mejora del alumbrado público, con medidas de eficiencia energética que repercutiría en un ahorro del 60%.

En esta memoria se deduce que los polígonos donde podría acometerse una mayor inversión es en Cachapets, donde solicitan una intervención viaria para levantar aceras y asfaltar, que estaría presupuestado en 353.000 euros.

Sin embargo, la actuación más demandada es la del polígono de Faima con una inversión de 553.000 euros para uno de los sectores, que conllevaría la obra civil para implantar más servicios, además de las medidas generales de eficiencia energética y señalización que se contemplan para el resto. Desde la Concejalía de Obras Públicas reconocen que es necesaria una actuación en los polígonos industriales, sobre todo en el de Faima, «al que le hace falta un buen lavado de cara, aunque no podemos pedir que actúen en su totalidad y tendrá que ser por ejes», explica Manuel Moya, edil del área, con relación al criterio que impone la Conselleria, que limita a un millón de euros la dotación máxima que puede otorgarse a un único enclave industrial.

Además, el precio del suelo subvencionable varía entre los dos y tres euros por metro cuadrado, dependiendo de si la superficie industrial es mayor o menor de 25.000 metros cuadrados. Desde el Consistorio confían en que recibirán este apoyo, ya que reúnen las ponderaciones en las que se tiene en cuenta el nivel de ocupación del polígono, la antigüedad y el aprovechamiento que se haga del área.

De todos modos, entran en un proceso de concurrencia competitiva, con lo que podría haber otras áreas de las dos comarcas que lo necesiten más y opten antes a esta línea de subvenciones. En caso de no recibirlas, Moya explica que al finalizar la urbanización del Polígono de la Cerámica y el I-6 dedicarían una partida para adecentar los polígonos «y hacerlos atractivos a posibles inversores».