El Consell finalmente aplazará al mes de mayo la retirada de las placas de fibrocemento del Colegio de Educación Primaria e Infantil Mas Magro de Crevillent, y deja en el aire cuándo se acometerán las actuaciones en el CEIP Miguel Hernández, aún en fase de licitación. El Ayuntamiento, en cualquier caso, ha solicitado al Consell que incluya al CAES Párroco Francisco Mas en este plan de retirada de fibrocemento, ya que un informe del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) avisa de que el centro cuenta con parte de la instalación de este material.

Desde el CEIP Mas Magro avisan que un técnico estuvo visitando hace unas semanas las instalaciones afectadas con este componente, que en este caso se trata del techo de 100 metros cuadrados de un almacén donde se guardan los juegos infantiles del colegio, y que aglutina algunos baños públicos. Desde el centro cuentan que no corren riesgo de intoxicación directa, porque los alumnos apenas entran en contacto con el material, pero aún así reivindican su eliminación por prevención.

Sea como sea, los trabajos llegan con retraso, ya que se realizarán durante un fin de semana de mayo en lugar de en las vacaciones de Semana Santa, como estaba previsto, ya que sólo quedaba pendiente la realización del plan de seguridad y salud, según recoge un documento de la Dirección Territorial que fue remitido a la Plataforma «Fibrociment: No, gràcies», a finales de enero.

Desde la plataforma contra el fibrocemento alertan de que se está vulnerando la Ley del Menor, «porque este material tóxico deja partículas en suspensión y hay que evitar todo contacto, ya que se han dado casos de trabajadores enfermos por esta cuestión», explica Eleuterio Martínez, portavoz provincial de la plataforma contra el fibrocemento.

Critican, además, que los plazos se dilaten y todavía queden por ejecutar trabajos en más de 70 centros en la provincia, 21 de los cuales están fijados para antes de que acabe el año. Como medida, han propuesto reunirse progresivamente con los ayuntamientos para que, en el caso de obras menores, sea la propia Administración local quien retire el amianto.

Desde el Consistorio crevillentino, sin embargo, cuentan que siguen sin noticias en cuanto a estos trabajos y declaran que no podrían hacerse cargo de las obras, «porque la competencia recae en la Conselleria», ataja Miguel Ángel Sánchez, edil de Educación.

Con respecto al CEIP Miguel Hernández, sigue en la lista de centros a la espera de la intervención, aunque se desconocen las fechas. La intención es que se retiren 450 metros cuadrados de fibrocemento del techo.

Asimismo, desde la dirección del centro Párroco Francisco Mas han solicitado al Consell, por mediación del Ayuntamiento, que se contemple la retirada del amianto en el centro escolar, ya que recientemente han revisado un informe del Invassat de enero de 2016 en el que se aconseja la eliminación, de manera inminente, de este material tóxico. En el caso de este centro de actuación educativa singular, el material se sitúa en una de las canalizaciones externas, en uno de los patios, en desuso, pero junto al comedor escolar.