La villa marinera retrocede al siglo XVI para embriagar con todos los sentidos a vecinos y visitantes. El Mercado Renacentista de Santa Pola cobra vida en el Castillo Fortaleza con espectáculos de tiro con arco, exposiciones de armas de la época o atracciones para los pequeños de la casa. Esta nueva edición abrió sus puertas el pasado jueves y estará en activo hasta mañana, lunes de Pascua, aprovechando que durante estos días crece el número de turistas que se acercan por la costa para disfrutar de la Semana Santa.

La segunda edición de esta feria, organizada por las Concejalías de Cultura y Comercio, cuenta con más de cien puestos de alimentación y artesanía donde se muestra, por ejemplo, el oficio del espartero al trabajar la pleita o el de vidriero, que moldea en vivo varias piezas como maceteros y tinajas con las formas más originales, que enseña un trabajo ancestral, por lo que despierta la mirada de los visitantes.

Otro de los aspectos esenciales es la ambientación musical ya que hay grupos como Kabayla Zingari, un grupo de artistas de todo el mundo que tienen un modo de vida nómada para «viajar a través de la música y el arte», comenta Cuke, uno de los integrantes de esta comunidad que durante estos días traen a Santa Pola un repertorio que fusiona corrientes musicales y de las distintas danzas que han pasado por la Península Ibérica en los últimos siglos, todo a través de varios instrumentos como una alboka vasca o un buzuqui griego.

Para poner en contexto histórico, también se ha instalado un campamento en los alrededores del Castillo dedicado a las exhibiciones que están inspiradas en los Tercios de Flandes, entre el siglo XVI y XVII, donde durante estos días se sumergen en las luchas de esgrima entre espadachines, mosqueteros o piratas todo en un conjunto que combina el fuego, la música en directo y una animación circense que recrea el renacimiento, donde todos los públicos pueden probar puntería en algunos talleres como los de tiro con arco, donde estaban más interesados los niños.

«La verdad es que apetece salir a dar una vuelta y encontrarte con este ambiente, los peques lo agradecen y además aprenden», señala María López, que estos días está de vacaciones por la costa y aprovecha la mañana para que su hijo se monte en los carruseles y tío vivos que hay en la Glorieta. Mañana finaliza este mercado y las actividades siguen en horario de mañana y tarde hasta las 23 horas.