El Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) de Crevillent sigue bloqueado por el Consell ya que todavía sigue sin dar respuesta al Consistorio para hacerse con la gestión de estas infraestructuras destinadas al tratamiento de enfermos mentales. Por el momento el edificio funciona con personal contratado por el Ayuntamiento para realizar talleres a lo largo de la semana.

Desde la Concejalía de Bienestar Social apuntan que en octubre de 2017 remitieron al Consell la tercera memoria técnica con las modificaciones del proyecto en materia de accesibilidad universal, unos requisitos que se exigían para prestar el servicio mínimo con la categoría de uso hospitalario.

En esa memoria que precede al proyecto definitivo de obras se contempla que la ejecución sería de unos 200.000 euros, según consta en los presupuestos municipales de este año, que se debatirán hoy en pleno ordinario. La cuantía de estas obras cubrirían varios elementos de este edificio de cuatro plantas y con doce salas para que quede adaptado en materia de seguridad y accesibilidad universal,y desde el Ayuntamiento aseguran que la memoria ya contempla esas modificaciones pero que los técnicos del Consell no se ponen de acuerdo para verificarlo. La duración de esta obra única podría durar tan sólo unos tres meses ya que, según Juana Guirao, concejal de Bienestar Social, «el centro requiere de una inversión grande pero son trabajos que podrían acometerse con una duración de tres meses». Lo que más encarece el proyecto es la instalación de vidrieras cortafuegos, además de ajustes en las escaleras y la entrada.

En 2015 se inauguró este edificio financiado por el Ministerio con el Plan E. Desde su apertura el centro CRIS recibió una licencia provisional pero como uso administrativo en contraposición a los requerimientos de la Generalitat que marcaban que debía ser de carácter hospitalario para cumplir con los preceptos legales.

Asimismo el Ayuntamiento ha elaborado en tres años varias propuestas para modificar el espacio acorde a la normativa, que empezaron a presupuestarse en 80.000 euros y que han ido en ascenso hasta los 200.000 euros actuales para garantizar la aprobación del Consell, y que así subvencione la gestión del centro.

Sin embargo, desde el Consistorio siguen a la espera de una respuesta de la administración autonómica, con lo que los gastos de personal seguirán corriendo a cuenta del Ayuntamiento, lo que supone una inversión de unos 80.000 euros en la partida anual de trabajos de Servicios Sociales para que el edificio pueda tener actividad con profesionales que realizan talleres de lunes a viernes, coordinados con la Asociación de Familiares y personas con Enfermedad Mental de Elche y Comarca (Asfeme).