Despertar el interés por los museos y la poesía e incentivar el comercio local hasta la medianoche. Durante el pasado fin de semana cientos de vecinos de Santa Pola y visitantes de otros municipios se sumergieron en la Nit en Blanc, una velada en la que los edificios municipales se abrieron a todos los públicos con actividades lúdicas que combinaban el ocio con la gastronomía o la cultura. Asimismo, algunos comercios dejaron las puertas abiertas unas horas más para activar el municipio por la noche.

En esta segunda edición, organizada por las Concejalías de Cultura, Juventud, Comercio y Turismo, el foco ha estado puesto en dinamizar los espacios cerrados, teniendo en cuenta que la primera cita fue el pasado verano y en ésta, precisamente, se pretendía romper la estacionalidad del sector turístico.

De este modo, el Museo del Mar fue uno de los lugares más demandados con visitas guiadas por las exposiciones como la del artista italiano Mario Benzione, donde él mismo hizo un recorrido por su muestra sobre Geometría espiritual con un debate posterior. Al hilo de la exposición se organizó el taller «proyectando paisaje», en el que cerca de 300 visitantes cogieron pinceles y participaron del proceso creativo de composición, sirviéndose de la técnica del artista para recrear, con volumen en murales, algunas escenas que hacían referencia, por ejemplo, a las Salinas de Santa Pola o el puerto pesquero. Para completar el taller, el poeta local Ramón Andreu y el alicantino Ágora Reix recitaron unos poemas inspirándose en varias frases que previamente habían depositado los asistentes a la exposición en una urna.

Paralelamente, en otros rincones como el Mercado Central se despertó la música y el apetito, ya que actuó el grupo local de Pop Rock No Name mientras los asistes degustaban unas tapas diseñadas para esta jornada especial.

Desde la calle, la batucada del grupo Kilombo Kilombé guió en el desfile a los vecinos y turistas por el resto de escenarios como la Biblioteca Central, donde por primera vez se hicieron catas de vino además de cafés, lecturas y música en directo. En el centro cívico se improvisó una discoteca para menores con bebidas «light». En otras dependencias como la Casa de Cultura, la compañía Clowndestino Teatro representó «Me Duelo» y el coro rociero Los Caminantes interpretó algunas piezas musicales desde la sala polivalente de la Sénia. Por otro lado, los hosteleros señalan que la jornada les ha potenciado la clientela, y aunque muchos han mantenido el menú habitual, otros decidieron customizarlo para la ocasión. Desde las distintas concejalías destacan positivamente la iniciativa, aunque este año los horarios hayan estado más limitados al igual que la actividad en la calle.