Una fábrica de neumáticos de Crevillentquedó ayer totalmente calcinada después de un incendio que movilizó a efectivos de bomberos de cinco parques del Consorcio Provincial, y que trabajaron durante toda la mañana y la tarde por extinguir las llamas en un incendio muy virulento.

La violencia de las llamas se debió a la presencia materiales como el caucho y el plástico que abundaban en esta planta. Así, la propagación del fuego provocó que el incendio se avivara con mucha rapidez en la nave y que fuera muy destructivo. De hecho, además de que el recinto quedara calcinado, el fuego atacó a la estructura rápidamente y tanto el techo como las paredes se vinieron abajo.

El incendio, cuya causa no ha trascendido, se inició en una nave de 1.600 metros cuadrados que alberga una factoría de neumáticos en el polígono de Cachap de Crevillent, cerca del restaurante Los Molinos. Tras recibir un aviso que alertaba del incendio, se pusieron en marcha los primeros efectivos sobre las 7.31 horas y, a pesar de la rapidez con la que los primeros vehículos desde Crevillent y Elche llegaron al emplazamiento, no pudieron hacer nada por evitar, tras los primeros minutos, que el techo de la nave se viniera abajo fruto de las llamas.

Hasta once vehículos de Bomberos desde Elche, Crevillent, Almoradí, Orihuela y San Vicente trabajaron en la extinción del fuego y, también, para evitar que las llamas traspasaran el recinto y fueran a parar a otras de las fábricas anexas, en el polígono de Cachap que albergan pinturas y disolventes. Según fuentes del Consorcio de Bomberos, el fuego fue «terrorífico» por la dificultad para apagar las llamas. Así, el incendio se inició a las 7.30 horas y no se dio extinguido hasta más de diez horas después, a las 17.45 horas.

Los trabajos fueron muy pesados y costosos y, por ello, por la mañana, después de tres horas de trabajo intenso comenzaron los primeros relevos de los efectivos de los parques. Además, se retiró un vehículo del parque de Almoradí. Sobre las 11 horas, con diez vehículos trabajando en ese momento, lograron controlar el fuego y los trabajos se centraron en labores para eliminar los restos de las llamas y aplacar las zonas calientes para evitar que las llamas volvieran a activarse. Más tarde, pasado el mediodía y con el peligro disipado de que el fuego traspasase las naves colindantes, los bomberos de los parques de San Vicente y el vehículo nodriza de Orihuela también se retiraron, dejando a siete vehículos para tratar de extinguir por completo el resto del fuego.

Los bomberos tuvieron que usar, además de agua, un compuesto de espuma para actuar sobre las llamas, porque eran resistentes al elemento hídrico debido al caucho de los neumáticos.

Así, por la tarde, con el incendio controlado, las labores se basaron en desescombrar los restos de paredes, hormigos y placas de hierro que permanecían en el suelo después de que viniera abajo la estructura. Para ello usaron una máquina que retiraba los restos de obra para dejar libre el suelo y poder apagar, así, las llamas que emergían desde los pedazos de plásticos en la base. Estos trabajos se prolongaron hasta las 17.45 horas, cuando se retiraron los efectivos tras dar el incendio extinguido por completo.