Ni una ni dos. Ya son tres las veces que residentes de Santa Pola exponen sus quejas al Síndic de Greuges sobre el estado deteriorado de las aceras y demás zonas públicas que componen algunas arterias de esta zona residencial, situada próxima a la Playa del Tamarit y las salinas. Esta campaña la han impulsado en concreto, los vecinos de la Urbanización Paraíso I. Con un paseo por el entorno de este residencial de la villa marinera es posible encontrar aceras levantadas y desniveladas en zonas comunes como la calle Cartagena o Ávila. Este pronunciamiento del pavimento se debe, en su mayoría, al enraizamiento de los árboles que ha restallado el material del que se componen las aceras. Sin embargo, para prevenir este problema se talaron hace más de tres años algunos árboles, pero los troncos cortados sobresalen más de 15 centímetros de los alcorques, una situación que ha provocado que personas de avanzada edad hayan tropezado en estos puntos, según relataron algunos vecinos.

Por otro lado, uno de los propietarios de un bar en la zona señaló que hay viales como los de la Avenida del Tamarit con baches que resultan peligrosos para la circulación en moto, «y algún conductor ya ha destrozado el cárter del coche al no darse cuenta, y lo único que hace el Ayuntamiento es parchear la zona, pero el asfalto se levanta a los pocos meses», apuntó.

En 2014 el administrador de la Comunidad de vecinos de la Urbanización Paraíso I presentó la primera queja al defensor del pueblo valenciano, en la que enumeraba más de treinta desperfectos en las calles. Aunque la queja fue aceptada no obtuvo recomendación hasta el año siguiente donde el colectivo se amparó de nuevo en el Síndic, que esta vez recomendó al Consistorio que actuara en las zonas públicas por ser de su competencia, «y que extremase sus esfuerzos para reparar todas las deficiencias pendientes para garantizar una adecuada prestación de los servicios públicos obligatorios» emanaba de la recomendación.

En su momento, el Ayuntamiento justificó que el técnico había evaluado la zona y como primeras actuaciones pavimentaron un tramo de la avenida de Ronda. Pese a estas mejoras, en diciembre de 2017 los residentes volvieron a mostrar el malestar porque seguían pendiente de ejecución las obras para renovar las aceras en el resto de calles, a excepción de la avenida de Ronda y el Síndic volvió a recomendar que se acometieran las mejoras. Desde la Concejalía de Obras han aceptado la recomendación pero apuntan que en su día renovaron cruces de peatones y pavimentaron de nuevo, y no aprecian que el estado de las aceras sea deficiente, «y algunas son de titularidad privada», alegan. Sin embargo, desde el Ayuntamiento aseguran que valorarán el caso con los técnicos, pero «priorizaremos porque hay un déficit de asfaltado en el núcleo urbano y el entorno de Gran Alacant, empezaremos allí y tenemos que ver si se hace de manera integral» apuntó la alcaldesa Yolanda Seva.