Los bomberos del Parque Comarcal de Elche han tenido que intervenir esta pasada madrugada a raíz de un conato de incendio localizado en el interior del abandonado y conocido hotel Rocas Blancas, en la carretera nacional 332, en el kilómetro 88, justo a la entrada de Santa Pola viniendo desde Alicante.

Los efectivos tuvieron conocimiento del problema sobre las 5.07 horas, según informan fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, los cuales se trasladaron de inmediato hasta el inmueble, el cual se encuentra en un penoso estado de abandono y donde se presume que acuden personas indigentes para poder pernoctar.

Nada más llegar, los bomberos, desplazados en tres vehículos, decidieron poner en marcha la escalera elevada ya que el humo emanaba de una cuarta planta. Una vez alcanzado este piso, los bomberos sofocaron lo que al parecer era un colchón que se había prendido fuego, sin que se hubieran originado daños personales ni otros desperfectos. Los bomberos estaban de regreso a las 6.35 de esta pasada mañana.

Por otra parte, uno de los incendios que más recientemente se han producido en Santa Pola y cuyo recuerdo aún continúa vivo dada la trascendencia que tuvo fue el acaecido en mayo del pasado año en una nave de un polígono industrial.

El espectacular incendio en una nave industrial de Santa Pola de 1.200 metros cuadrados, dedicada a trabajar el caucho para el calzado, levantó una gran expectación, ya que generó una gigantesca nube negra visible a varias decenas de kilómetros del lugar del siniestro. Los hechos ocurrieron en torno a las 20.20 horas del pasado 10 de mayo en una fábrica ubicada en la calle Fontaneros del polígono industrial IN2. En el momento en el que se produjo el suceso se encontraba dentro del inmueble afectado un trabajador que pudo salir por su propio pie. No obstante, tuvo que ser atendido por inhalación de humo y fue trasladado al centro de salud de Santa Pola. Al parecer, según fuentes de los servicios de emergencias, trató de apagar las llamas con extintores, pero no pudo.

Justo al lado, en otra nave anexa también propiedad de la misma firma, que se llama Cauchos del Mediterráneo, había al menos otros cuatro empleados que primero olieron a quemado y, a continuación, escucharon hasta tres explosiones seguidas. Al salir del edificio se encontraron con que la nave contigua ya se encontraba invadida por las llamas. Según indicaron trabajadores de una empresa ubicada justo enfrente, también escucharon varias detonaciones y, al salir a la calle, se encontraron con el fuego consumiendo el edificio.

Al parecer, el empleado que se encontraba en el inmueble siniestrado se estaba duchando, ya que salía del turno de trabajo, mientras que los otros operarios del bloque anexo acaban de iniciar su jornada laboral hacía menos de una hora. No en vano, esta sociedad trabaja a turnos de 24 horas. «No sabemos lo que va a ser de nosotros. Estamos de los nervios», señalaba un empleado que, junto a otros compañeros, temían por sus puestos de trabajo tras la catástrofe. La mercantil tiene más de 25 años de vida y da empleo a casi medio centenar de trabajadores en diferentes edificios.

El siniestro provocó que la nave quedara totalmente calcinada. No obstante, parece que el resto de edificios cercanos no se vieron afectados por el fuego, más allá de algunos cristales rotos, y los daños que causó uno de los muros caídos sobre un vallado próximo. Al lugar de los hechos se desplazaron bomberos de Elche, Crevillent, Orihuela y San Vicente, mientras que efectivos de Benidorm y Almoradí tuvieron que reforzar el Área Operativa del Baix Vinalopó por si se producía alguna otra incidencia en ese momento. Junto a los bomberos, actuaron Protección Civil, la Guardia Civil, la Policía Local, y DYA.

En torno a las diez de la noche, los bomberos dieron por «acotado» el fuego, que no extinguido.