La Torre Vigía de Escaletes ha vuelto al estado natural que presentaba antes de erosionarse por el paso del tiempo y de sufrir actos vandálicos con pintadas en los muros. En el último mes y medio, el equipo técnico ha retirado el andamiaje y ha adecentado el entorno de esta torre del siglo XVI, con acciones como la recuperación de las almenas, o la solución a problemas de filtraciones y de humedades, y la retirada de unos metros de tuberías de amianto que estaban en el lugar.

Estos trabajos de recuperación responden a la inyección de un millón de euros que el Consell invirtió para rehabilitar el patrimonio histórico valenciano. En este caso, en la Torre Escaletes se han destinado 60.000 euros, de los que el 65% ha corrido a cuenta del Consell y el resto depende del Ayuntamiento. En este sentido, una vez acabadas las obras de recuperación, ahora tienen que estudiar cómo potenciar este Bien de Interés Cultural.

Desde la Concejalía de Medio Ambiente señalan que una de las medidas previstas es la de aplicar iluminación. Por el momento, los focos de baja intensidad que se instalarán están presupuestados, aunque Patrimonio tiene que aprobar la obra civil de estas actuaciones, que tienen dos fines: por un lado «realzar la figura de la torre por las noches y que sea un elemento antivandálico», expresa Alejandro Escalada, concejal de Medio Ambiente.

Otra de las ideas que están estudiando para «acondicionar y dar coherencia al entorno» es la eliminación del antiguo depósito de agua de Santa Pola del Este, por tratarse de un edificio sin valor arquitectónico, según señalan desde el Ayuntamiento.

Por otro lado, también se plantean la posibilidad de hacer visitable la torre, con visitas guiadas para grupos reducidos, pero antes tienen que entrar a valorar la manera menos agresiva para acceder mediante elementos ajenos al edificio, como escaleras, valorando que no rompan con la esencia de esta torre medieval que servía de sistema de vigilancia.