El taller de carpintería de su padre es el lugar donde el crevillentino José Manuel Lledó descubrió el arte de la taracea cuando era joven. Una técnica artesanal que consiste en la incrustación de pequeños trozos de madera, nácar, u otros materiales en un objeto de madera para crear diferentes figuras. Y, desde entonces, no ha dejado de crear piezas realizadas con esta técnica. Y hasta el próximo 28 de febrero una parte de su colección podrá ser visitada en la Sala de Exposiciones de la Casa Municipal de Cultura José Candela Lledó de Crevillent.

Cuadros, abanicos y muebles en miniatura son algunas de las piezas, desarrolladas con la técnica de la taracea, que podrán observar los visitantes a la exposición de José Manuel Lledó. La muestra tiene alrededor de 30 abanicos, 10 de estos en miniatura, 12 cuadros y 15 muebles en miniatura, según afirmó el autor. Además, solo el día de la inauguración fueron 40 personas las que fueron a conocer más sobre la obra y el autor de esta.

El artista realizó su primera exposición en diciembre de 1993 en Elche, ya que tras años de practicar esta técnica decidió mostrar su colección. Sin embargo, Lledó destaca que realiza las figuras como entretenimiento y expone solo en algunas ocasiones.

Así, dentro de la muestra hay abanicos, una pieza que, actualmente, muy pocas personas realizan con esta técnica, según contó José Manuel Lledó. Y es que el proceso de creación es muy laborioso, ya que para la realización de este producto se crea el diseño, se prueba en una varilla y se repite el proceso en el resto de piezas que conforman el cuerpo del abanico. Cada una de las creaciones, ya sean abanicos o cuadros, suele tener como mínimo 2.000 piezas de diferentes colores y tamaños, algunas de hasta un milímetro.

Otras de las creaciones que destaca dentro de la exposición son los cuadros, algunos inspirados en paisajes o flores. Pero, como el propio autor señala, lo más curioso de esta muestra es que algunos de los cuadros realizados con la taracea están inspirados en lugares de Crevillent y coinciden con algunas de las fotografías de la exposición permanente de la Casa de Cultura. Por tanto, han ubicado los cuadros de Lledó al lado de la imágenes para que los visitantes puedan comparar y contemplar la exactitud de la técnica.

Los motivos principales de la obra son las flores, los paisajes y las figuras geométricas. Al artista le gusta incluir rosas, almendros en flor y cerezos a sus creaciones. Además, como la gran mayoría de sus piezas son para regalar a sus familiares o amigos, es usual que las creaciones lleven nombres de mujer, sobre todo los abanicos.

La importancia del color

La taracea es una técnica artesanal basada en la incrustación de piezas de diferentes materiales como madera, hueso o nácar en un soporte, hasta que se realiza el diseño decorativo. La selección del material consigue crear la variedad de colores de estas piezas, lo que permite la creación de los diferentes dibujos, como paisajes, flores o figuras geométricas, que son utilizadas para revestimiento de pavimentos, paredes, muebles y esculturas.

Así, Manuel Lledó únicamente utiliza la madera para la creación de las piezas. Sin embargo, hace uso de una gran variedad de maderas diferentes para llenar sus creaciones de colores, por lo que usa el ébano, que es la madera más cara del mundo, y el chopo, que es la más barata. Además, el artista confiesa que el material que más utiliza es la madera de los troncos de leña y que está empezando a trabajar con el marfil.