Más control sobre las mascotas, pero también más seguridad para los perros en Crevillent. Esto es lo que busca el Ayuntamiento, a la par que trata de que las calles de la localidad estén más limpias, a través del censo de mascotas, que pretende garantizar la protección de los animales y mejorar la imagen del municipio. La normativa, que entró en vigor el pasado 1 de enero, obliga a los dueños a inscribir a sus mascotas en el censo municipal, para un mayor control.

La iniciativa establece condiciones respecto a la seguridad de las mascotas, en caso de pérdida, abandono o maltrato, así como con relación a la compatibilidad entre la tenencia de animales y la limpieza y salud pública. Por ello, a partir de este mes, todos los canes del municipio han de estar inscritos, según establece la Ordenanza Reguladora de la Tenencia de Animales de Compañía en el Entorno Urbano de Crevillent. Hasta el momento, hay registrados alrededor de 1.800 perros.

En el censo, integrado en el Registro Informático Valenciano de Animales de Compañía y a su vez en el Censo Municipal, han de estar reflejados todos los perros que residan, de forma habitual, en la localidad. Esta herramienta contempla el censo canino genotipado, una base de datos que se elabora a partir de una muestra de ADN de los animales, y a través de la cual se identifican las mascotas. Para comprobar que los canes estén censados, desde el Ayuntamiento, han destinado a un policía para verificar que esté inscrito, lleve la chapa identificadora, que vaya atado y, en el caso de ser una raza peligrosa, debe usar obligatoriamente el bozal, según destacó el concejal de Servicios Municipales, Francisco Verdú.

Con el censo, habrá un mayor control sobre aquellas mascotas que sean maltratadas o abandonadas, ya que los agentes conocerán, a través de esta herramienta, los datos para la localización de los propietarios de dichos perros y podrán localizarlos y actuar de acuerdo a la ordenanza municipal en esta materia, que impone sanciones que oscilan entre los 100 y los 1.000 euros, dependiendo de la gravedad de las infracciones. Así, se condenarán las condiciones higiénico sanitarias deficientes, no identificar a los perros, no adoptar las medidas para que los animales no ensucien con excrementos los espacios públicos, el abandono de las mascotas y el maltrato y sacrificio de animales, entre otros.

Para Ofelia Sacompré, encargada de centro de la protectora de animales Cereco de Crevillent, la iniciativa es una buena idea, ya que considera que todos los animales deberían estar censados y llevar chip, puesto que es obligatorio por ley. Además, como es una manera de tener una mascota de forma responsable y controla a los animales y el uso que hacen de ellos sus propietarios, es partidaria de que sea gratuito, al igual que el empadronamiento de las personas, porque los dueños ya han de hacerse cargo de la colocación del chip.

Por ese motivo y para impulsar el censo de las mascotas en Crevillent, la empresa de limpieza del municipio ofertó 2.500 inscripciones de manera gratuita, con el fin de controlar a los animales y mejorar la limpieza e higiene de la localidad.En cuanto al número de perros censados, tras la campaña informativa realizada a través de folletos, buzoneo y redes sociales, es de 1.800, aproximadamente, ya que durante los últimos días del año ha aumentado el número de propietarios que han ido a censar a sus mascotas, puesto que ya ha comenzado el periodo para imponerse las sanciones, según afirmó Francisco Verdú.

El procedimiento para realizar el censo consiste en que los dueños han de dirigirse a los centros veterinarios del municipio durante los primeros tres meses de vida del animal y, para los animales de más edad, la identificación, que ya es obligatoria, se ha de realizar en los mismos centros.El incumplimiento de esta norma se considerará una infracción grave con una sanción entre 300 y 600 euros.

Además, la identificación de los animales se quiere que sirva para incentivar a los dueños a que cumplan con sus obligaciones como responsables de las mascotas, a través de la recogida de excrementos, lo que favorecerá al mantenimiento y limpieza del municipio, puesto que no llevar bolsas de recogida o no retirar las heces de la vía pública también será motivo de sanción.

Estas actuaciones se encuentran dentro del proyecto «Ciudad limpia», que tiene como objetivo mantener la localidad lo más higiénica posible, gracias a la colaboración de todos los vecinos. Dentro de esta iniciativa, el Ayuntamiento ha desarrollado otras actuaciones como la instalación de un ecoparque móvil, que consiste en un camión municipal que se mueve por las calles de la localidad y al que los crevillentinos pueden llevar sus residuos, tales como aceites, grasas vegetales, aerosoles o pequeños electrodomésticos, entre otros. Este vehículo pretende acercar el ecoparque, que está a las afueras de Crevillent, a las pedanías y a diferentes puntos del municipio.

Además, dentro de esta iniciativa, durante el 2018, se van a instalar «pipicanes», para mayor limpieza de la localidad y un área de esparcimiento canino, donde los perros puedan correr con libertad sin temor a que se escape, ya que suelen ser recintos vallados.