Crevillent reforzará los controles sobre las golosinas que se reparten en la Cabalgata de los Reyes Magos para evitar posibles incidentes. Para ello, han contratado a cuatro personas que están realizando un muestro sobre el total de productos con el fin de comprobar la fecha de consumo preferente. Desde el Consistorio destacan que no se ha podido comprobar que la urgencia médica de la Cabalgata del año anterior estuviera relacionada con las golosinas entregadas en el desfile.

El Ayuntamiento de Crevillent, que ha comprado 10.000 bolsas de «gusanitos» para repartir en la Cabalgata de Reyes, ya ha comenzado controles sobre los productos que se van a entregar en el desfile. Según afirmó la concejala de Fiestas, Loreto Mallol, estos controles se vienen realizando de manera continuada en las cabalgatas de Reyes todos los años. El proceso de revisión consiste en la contratación de diferentes personas, entre tres o cuatro, que preparan el acto. Así, los productos que se tiran durante el desfile llegan en grandes sacos, y los empleados se encargan de mezclar las diferentes golosinas en bolsas más pequeñas.

Debido a la gran cantidad de productos que se compran, resulta difícil comprobar el total de bolsas, por lo que se ha procedido a realizar un muestreo. De cada saco se han sacado entre 10 y 15 bolsas aleatorias y se ha comprobado que la fecha de consumición preferente fuese posterior a la fecha de la Cabalgata de Reyes, y la gran mayoría de ellas tienen como fecha límite marzo de 2018. Además, desde el Ayuntamiento destacan que los productos con fecha de consumo preferente no deben compararse a los productos caducados, ya que los primeros son seguros sanitariamente, aunque el sabor y el olor no sean los adecuados.

Sin embargo, desde el Consistorio de la localidad alfombrera señalaron que la urgencia médica a un menor el año pasado no tiene relación con la ingesta de productos procedentes del desfile, ya que se llevaron a cabo los controles sanitarios oportunos y no se encontró evidencia de que el problema de salud derivara de las golosinas. De hecho, la Concejalía de Fiestas se puso en contacto con la fábrica que realiza los productos y, desde la industria, le comunicaron que el lote al que pertenecía la bolsa de snacks no había sido vendido en la provincia de Alicante, según destacó la concejala de Fiestas de Crevillent, Loreto Mallol. Además, no figuraban en el albarán de compra de la Cabalgata, por lo que no salieron del almacén donde compran habitualmente las productos para la cabalgata, según afirmó Mallol.

Todo esto después de que el Ejecutivo crevillentino se pusiera en contacto con la directora de Salud Pública en Elche, quien afirmó que no habían recibido ninguna notificación sobre alguna incidencia mayor al respecto y que este tipo de golosinas no solían producir ningún tipo de intoxicación, según palabras de la concejala de Fiestas. Además, se realizó una inspección sanitaria a la empresa proveedora para ver de qué manera tenían organizado los suministros de golosinas y cuál era el proceso de almacenaje.

La concejala de Fiestas destacó el control de los implicados en la Cabalgata, ya que siguen todas las normas de seguridad alimentaria. De hecho, compran todos los productos empaquetados para que no haya manipulación directa a la hora de repartir las golosinas en la cabalgata. Durante el desfile hay dos camiones del Ayuntamiento que van reponiendo los sacos que se reparten. Sin embargo, no se puede controlar si alguien reparte durante la Cabalgata golosinas que no forman parte de los productos comprados por el Ayuntamiento, según afirmó la concejala de Fiestas, Loreto Mallol.