Crevillent se ha unido a los municipios que van a revisar y a mejorar los proyectos de actuación en caso de emergencia. Concretamente, el pleno ha aprobado por unanimidad el Plan territorial municipal de emergencias de Crevillent, que establece la base para estructurar los recursos del municipio para cuando haya una catástrofe. El objetivo es formar y dar información a la ciudadanía para saber cómo actuar en caso de riesgo.

Es un plan territorial común a todas las poblaciones de la Comunidad Valenciana, y cada una incorpora las cuestiones específicas que afectan al municipio. De hecho, Crevillent ya contaba con un plan básico municipal para la lucha contra las inundaciones, pero la vigente ley incluye los conceptos de previsión y prevención, por lo que los consistorios han de revisar sus proyectos de actuación, elaborar mapas de riesgo y promover actuaciones para tratar de reducirlos.

El plan territorial municipal, que es el primero en activarse en caso de emergencia, es un proyecto general del que surgen otros planes que dependen de las características de las poblaciones, según afirmó el concejal de Seguridad y Emergencias, Manuel Moya. En el caso de Crevillent, se pretende crear, en un primer momento, un proyecto de prevención de riesgo sísmico, otro contra inundaciones y uno para concentración de masas.

El plan de prevención de riesgo sísmico mostrará las actuaciones a tener en cuenta cuando se producen temblores a consecuencia de la Falla de Crevillent. Este proyecto complementará la legislación de construcciones de resistencia sísmica elevada, que afecta a toda la Comunidad Valenciana.

En cuanto a las inundaciones, el municipio en conjunto tiene un bajo de riesgo de sufrir catástrofes de este tipo. Sin embargo, El Realengo y San Felipe, pedanías que limitan con la Vega Baja, sí que tienen riesgo de sufrir inundaciones, ya que están cercanas al cauce del río. Como Crevillent cuenta ya con un plan básico de actuación, se pretende desarrollar uno más detallado y completo.

Desde el Consistorio, también, quieren llevar a cabo un plan de concentraciones de masas, sobre todo, teniendo en cuenta las festividades de Semana Santa y Moros y Cristianos de la localidad, donde aumenta el número de visitantes, y por tanto, el riesgo de catástrofe por aglomeraciones.

El plan está aprobado y pendiente de exposición pública, que suele durar unos 20 días según destacó el concejal de Seguridad y Emergencias, y a partir de ese momento, si no hay alegaciones que estudiar, entraría en vigor. Por lo que, según destacó Moya, a principios del próximo año estaría aprobado definitivamente, ya que primero ha de ser aceptado por la Generalitat Valenciana, que es quien establece la base del documento del plan. Una vez entre en vigor, el siguiente paso será estudiar y elaborar los planes específicos y, una de las partes más importantes, dar información y formación a la ciudadanía, desde colegios, hasta centros de formación y sociedad en general, con el objetivo de conocer la manera de actuar frente a una emergencia de cualquier tipo.

Pero para aplicar el plan y poder formar a los vecinos es necesario dotar el plan de fondos económicos, destinados a la puesta en marcha del plan, a la contratación de especialistas que den información a la ciudadanía y a la realización de simulacros, entre otros. Según señaló el concejal de Seguridad y Emergencias, Manuel Moya, existe la intención de dotar al plan con una partida de los presupuestos de 2018, para comenzar con la elaboración de los proyectos específicos y la formación.