¿Cuál es el sector de la cooperativa que más piensan potenciar a partir de ahora?
La distribución es la que menos posibilidades de crecer tiene, está limitada por la propia red y lo que el Ministerio nos permite, porque no puedes instalarte donde quieras. El crecimiento de la cooperativa como grupo vendrá por la comercialización y otras actividades.
Como, por ejemplo, la electromovilidad con estaciones de carga eléctrica. ¿Algún proyecto ha visto la luz?
Tenemos en marcha algunos de carga lenta, rápida y ultrarrápida. En la sede hay una estación de carga y dos modelos de coche, y, aunque ya hemos firmado contratos con ayuntamientos, algún centro comercial, la Universidad de Alicante y la UMH, todavía no se han ejecutado.
Si se produce una nueva subida generalizada de la luz, ¿qué medidas tomarán para que los más de 12.000 socios no se vean afectados?
Intentamos que la política de precios sea lo más buena y estable posible. Esa es nuestra lucha, aunque están los costes regulados que es la parte fija marcada por el Estado. En junio de 2016 ya bajamos un céntimo por kilowatios, y ese mantenimiento va a costa de otros negocios de la cooperativa.
Uno de sus propósitos cuando empezó su andadura al frente de la cooperativa era que se mejorase la comunicación con los socios, ¿se está logrando?
Las cosas se pueden hacer mejor, pero pusimos en marcha una página web con una parte dedicada a ellos que antes no existía, y en eso se ha avanzado, pero queremos seguir ofreciendo más información a nuestros socios.
El anterior presidente, Enrique Mas,incidía en que el objetivo a largo plazo era lograr que la totalidad del consumo fuera con energía limpia. ¿Es posible conseguirlo?
El cuidado del medio ambiente va en nuestro ADN, otra cosa es que sea con producción totalmente nuestra o no, que por ahora no es suficiente con la que extraemos de las plantas fotovoltaicas, aunque hay otros proyectos encima de la mesa de esos huertos solares, y en esa gestión de la producción y la venta podríamos poner en el mercado más producción que el consumo propio de la ciudad de Crevillent.
¿Cómo va en estos momentos la posible ampliación del Huerto Solar de El Realengo?
La iniciativa que acordamos el año pasado sigue paralizada porque Conselleria no lo permite, por un tema de calificación del terreno, ya que se encuentra próximo a El Hondo y el suelo tiene catalogación especial. Estamos a la espera, porque nuestra interpretación es que debería permitirse, ya que se trata de una actividad amigable con el medio ambiente y que, además, sería muy positiva para la cooperativa.
¿Qué soluciones tecnológicas se van a lanzar para mejorar la tecnología, la estabilidad y la seguridad en la red?
Formamos parte del proyecto europeo WiseGRID con el que intentamos reconducir la energía sin intervención humana en caso de caída de tensión. Hoy eso es manual con distintas torres de distribución y buscamos en el futuro que se haga de manera automática para mejorar la calidad en el proceso.
¿Y cómo mejorar la distribución por el municipio?
Ya se hizo una inversión crucial con la subestación eléctrica en la Partida del Bosch, y, además, el préstamo que se sacó se terminó de pagar hace unos cuatro meses.
¿Podrán las cooperativas a largo plazo reducir el poder que tienen en el mercado las grandes eléctricas?
Hacerle sombra a las grandes eléctricas es una utopía, y no es nuestra misión. Por el hecho de ser una cooperativa no somos muchísimo más baratos como para comernos el mercado. Tenemos que dar servicio en nuestros ámbitos de influencia y, luego, si poco a poco vas creciendo, puedes hacer cosas más grandes.
El margen de beneficios anual destinado a la obra social ha subido. ¿Se harán aportaciones a nuevas entidades?
Hemos alcanzado una cifra récord de 600.000 euros este año, pero no hay nada claro, aunque aparte de los entes habituales hemos firmado un convenio con el centro de Los Molinos para ponerlo en valor.
¿Estas ayudas son un incentivo para que los socios sigan con ustedes?
El crevillentino siente como suya la Cooperativa porque siempre ha sido su compañía de la luz, y el precio es privilegiado. Ya se hizo una encuesta y lo que más valoraban era un buen precio, porque es lo que cuesta pagar a final de mes.
