Es un tema delicado. Los parapentistas de Santa Pola están luchando por un espacio que, desde hace muchos años, fue cedido en su favor. Este lugar lo utilizan para poder despegar y aterrizar en la práctica de esta actividad deportiva, para que no haya ningún tipo de accidentes. Sin embargo, los vecinos de la urbanización de Olivo de Oro, en Gran Alacant, quieren aprovechar una parte de ese suelo, ya que según las escrituras hay una proporción de ese terreno que pertenece a la urbanización.

Ambas partes reconocen que sí existe una parte del terreno que es pública y, otra, privada, que pertenece a la urbanización. Sin embargo, el representante de los parapentistas, Carlos Villanueva, asegura que existen actas, firmadas por las empresas constructoras de la urbanización como por parte del Ayuntamiento en las que se cedía esa parcela a los parapentistas y reconocían el derecho al uso para su actividad. «Tenemos el acta en el que se refleja que están todas las partes de acuerdo en que ese espacio es de uso público con actividad deportiva para los parapentistas», apostilló Villanueva. Asimismo, aseguró que es el único espacio que existe en el municipio en el que se puede realizar parapentismo con la seguridad necesaria.

En este sentido, desde la urbanización Olivo de Oro, la otra parte del conflicto, confirmaron que están realizando todos los trámites de forma legal, y que su intención no es entrar en conflictos. Sí que es cierto que, cuando el Ayuntamiento de Santa Pola les aceptó la licencia, empezaron a construir un muro para separar las dos zonas, con el fin de realizar un espacio de ocio para poder disfrutarlo. «Nosotros tenemos poco espacio de ocio en la urbanización. Como una parte del terreno que están utilizando los parapentistas nos pertenece, queremos delimitar la parcela para poder disfrutar nuestra parte», afirmó el presidente de la urbanización, Alfonso Miralles.

En este sentido, y tras un informe jurídico de la técnica municipal, el Ayuntamiento paralizó las obras, ya que el dosier dictaba que no se puede alterar esa zona. Por eso, las vallas que impuso la urbanización en este terreno, han sido retiradas.

Además, Miralles confirmó que están haciendo todo lo posible por llegar a un acuerdo con el sector opuesto. «Estamos conversando con los parapentistas para ver si cedemos un poco ambas partes y conseguimos llegar a un acuerdo que nos favorezca a todos», aseguró el presidente de la urbanización. En medio de este conflicto está metido el Ayuntamiento de Santa Pola. Hace unos meses, casi 20 años más tarde desde que empezó esta actividad, la Corporación municipal aceptó una licencia para que los vecinos de la urbanización construyeran en su parte del terreno. Sin embargo, los funcionarios de la administración pública realizaron un informe jurídico en el que no se podía alterar esa parcela, por lo que se han paralizado las obras y retirando cualquier objeto que pueda molestar a los deportistas. La Concejalía de Turismo sigue apoyando y apostando por esta actividad deportiva. La edil de Turismo, Mercedes Landa apostilló que quieren conseguir un acuerdo para que todas las partes queden contentas con la solución de este problema.

Paralizado

El tema, ahora mismo, está paralizado, ya que el Ayuntamiento ha detenido las obras. Llegados a este punto, ambas partes miran por sus intereses. Los parapentistas quieren mantener el espacio y, los vecinos, obtener su parcela.