El Primer Tró marcó ayer el inicio de las fiestas patronales y de Moros y Cristianos de Crevillent. La música y el color serán los próximos días los protagonistas en los desfiles y actos festeros que reunirán a miles de personas en un auténtico espectáculo en el que priman la elegancia y el buen hacer de las comparsas, que cada año atraen a visitantes nacionales e internacionales.

Las fiestas, declaradas de Interés Turístico Nacional, empezaron ayer con el encendido del alumbrado especial de fiestas, después de que todas y cada una de las doce comparsas llegasen en pasacalles hasta la plaza del Ayuntamiento.

En la puerta de la Casa Consistorial esperaban a los festeros el alcalde, César Asencio, junto a sus compañeros de la Corporación municipal. También estaban los representantes de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «San Francisco de Asís».

Una a una fueron llegando las doce comparsas, seis del bando de la media luna y seis del de la cruz, lideradas por los cargos festeros, capitanes y bellezas, que fueron ocupando su sitio en el balcón del Ayuntamiento después de saludar a las autoridades.

El primer edil crevillentino fue el encargado, una vez más, de dirigirse a los vecinos y visitantes, con un discurso que hacía especial hincapié en la importancia de convivir en paz a pesar de las diferencias. César Asencio dijo desde el balcón que las comparsas hacen «crecer la fraternidad entre todos, porque las comparsas son en estos días y semanas el punto de unión de Crevillent, donde las diferencias sociales, culturales o económicas, o el origen étnico o vecinal, desaparecen».

Y todo ello, apuntó el regidor, con el objetivo de hacer grandes las comparsas y, por ende, las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent, en las que participan cada año 5.000 festeros.

El conflicto catalán no pasó desapercibido en el discurso del primer edil crevillentino, que recordó que este año se han programado actos hasta prácticamente el 12 de octubre, el día, según dijo Asencio, «de la fiesta de todos, o casi todos, la Fiesta Nacional de nosotros, los españoles».

Así, después de pedir al patrón, San Francisco de Asís, «que la climatología sea buena» durante los próximos días, se disparó el Primer Tró, seguido de un castillo de fuegos artificiales con el que se dio el pistoletazo de salida a las fiestas.

Como es tradición, cuando acabó el pregón los festeros se trasladaron hasta las kábilas y cuarteles para compartir una cena antes de salir a la calle con la Entraeta.

Después del pregón el humor y la gastronomía serán los protagonistas de los actos de este fin de semana, mientras que el próximo arrancará la trilogía festera, con las embajadas, entradas mora y cristiana y actos en honor a San Francisco de Asís.