Las oficinas generales y el Registro del Ayuntamiento de Crevillent acaban de cambiar de emplazamiento. Su nueva sede está en el anexo que antes ocupaba la Policía Local, un espacio que ha sido rehabilitado. Las obras han tenido un coste de 191.389 euros, IVA incluido, subvencionado al 100% por la Diputación Provincial de Alicante. Mientras, el Ayuntamiento crevillentino ha asumido los gastos derivados de la renovación del mobiliario, por importe de 55.750,39 euros.

El edificio, que data del primer tercio del siglo XX, ha tenido varios usos en este tiempo, desde colegio hasta sede de la Policía Local, pasando por oficina municipal del Catastro y gestión del DNI. En este sentido, según fuentes municipales, el proyecto de rehabilitación ha servido para descongestionar las oficinas principales de la primera planta y del Registro General en la planta baja.

Aunque en estos momentos se han agrupado todos los departamentos en estas nuevas dependencias, ya que también se están acometiendo obras en la primera planta de la Casa Consistorial, finalmente en unos meses sólo albergará el Registro Municipal y el área Económica y de Contratación. De este modo, se liberará en el edificio del Ayuntamiento espacio, tanto en la planta baja como en la primera, para reordenar los servicios públicos que ahora están saturados, apostillan fuentes del Ayuntamiento, permitiendo unas condiciones de trabajo a los funcionarios y de atención al público mucho mejor.

También en el edificio principal del Ayuntamiento se están ejecutando obras para reordenar departamentos y ampliar los despachos de los grupos políticos, aprovechando el espacio que ha quedado libre por el traslado del Registro.

Las obras en el anexo, ejecutadas por la empresa Teccon Lahoz SL, han consistido en distribuir los nuevos despachos y áreas de trabajo. Paralelamente, se han renovado luminarias con pantallas LED, que garantizan un gasto energético muy inferior al existente, sostienen desde el Ayuntamiento. También se ha sustituido el vidrio de las ventanas por un doble acristalamiento, con la consiguiente mejora del aislamiento térmico del conjunto del edificio. El objetivo, afirman fuentes municipales, es ganar en comodidad térmica y reducir el gasto eléctrico del aire acondicionado y de la calefacción.