La fiscal que investiga el atropello mortal de un joven de 17 años en la madrugada del domingo en Santa Pola, y que dejó a otros dos menores heridos, ha solicitado otro atestado para esclarecer si el conductor del vehículo trató de darse a la fuga tras el accidente, tal y como apuntaron varios testigos. El documento remitido al juzgado por la Policía Local de Santa Pola no recoge ese extremo, crucial para formular la acusación, ya que, al delito de homicidio por imprudencia al circular bajo la influencia del alcohol y las drogas, habría que sumarle el de omisión del deber de socorro. De hecho, los agentes realizaron el relato del accidente en apenas folio y medio, según apuntaron ayer fuentes judiciales, por lo que desde la Fiscalía se ha solicitado una ampliación del atestado para tratar de profundizar en los hechos, y ver si hubo intento de fuga.

En este sentido también será muy importante la citación que ha realizado el juez del caso a todos los testigos del trágico suceso, que será el próximo día 20 de septiembre, en el marco de las investigaciones para esclarecer los hechos. Por el momento, el conductor, un joven de unos 20 años, que dio positivo en el control de alcoholemia tras el accidente, se ha acogido su derecho a no declarar, por lo que habrá que esperar a lo que digan los testigos presenciales para tratar de esclarecer los hechos.

El caso lo asumirá directamente el fiscal jefe de Seguridad Vial, una vez la fiscal obtenga toda la documentación. según ha podido saber este diario. En este sentido, la declaración de los testigos también será crucial a la hora de arrojar luz sobre lo sucedido. Por el momento, y según lo manifestado a la Policía, todos coinciden en que circulaba a una velocidad muy alta por la avenida Santiago Bernabéu. Algunos incluso señalan que a más de 80 kilómetros por hora. Otra de las cuestiones en las que coinciden los testigos es que escucharon un fuerte rugido del motor, instantes antes del atropello.

La acusación de homicidio por imprudencia se produce debido a que el atropello se produjo bajo los efectos del alcohol y las drogas, ya que las pruebas dieron un índice de 0,88 gramos por litro de aire expirado, una tasa muy superior a la permitida, y muy por encima del límite de 0,5 que establece la ley para considerarlo una infracción penal, además del positivo en cocaína El resultado fue la muerte de un joven de 17 años, muy conocido y querido en la villa marinera. Además, otros dos jovenes de 17 años y 15 años resultaron también heridos, si bien ya han recibido el alta médica, y ya se encuentran recuperándose en casa, tras el trágico siniestro del domingo.