Santa Pola se blinda en seguridad ante la llegada de las fiestas patronales. Tras los atentados producidos en las ciudades de Barcelona y Cambrils el Ejecutivo local ha reforzado este año en especial la seguridad en la villa marinera de cara a las celebraciones septembrinas.

La Junta Local de Seguridad se reunió ayer en el Ayuntamiento de Santa Pola y acordó, entre otros puntos cerrar el paso en calles y puntos clave de la localidad con elementos fijos de bloqueo. En concreto, maceteros y barreras New Jersey. El número de estos elementos que servirán como obstáculo, los efectivos que saldrán a la calle o los vehículos oficiales que se usarán también para bloquear el paso en determinados puntos está aún por determinar, según explicó la alcaldesa de Santa Pola, Yolanda Seva. La Policía Local y la Guardia Civil se encuentran realizando un informe en el que determinarán en qué puntos se harán necesarios la instalación de obstáculos y cuántos de ellos se usarán. De momento ya hay algunos elementos provisionales en la Glorieta, la plaza Rodríguez de la Fuente, la avenida González Vicen y el paseo Adolfo Suárez.

El número de efectivos en las calles irán acordes con las necesidades de cada evento y se coordinarán para ello la Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional. Además, la alcaldesa de Santa Pola, añadió que los vehículos de Policía Local, Guardia Civil y de Protección Civil que se apostarán en calles y plazas dependerá de las medidas fijas o temporales instaladas, con el fin de dejar paso libre a los servicios esenciales de emergencias. Estas y otras medidas se acordaron ayer en la reunión en el Ayuntamiento de Santa Pola, donde la Junta Local de Seguridad puso en común las actuaciones que se llevarán a cabo a partir del jueves 31 de agosto. A este encuentro asistieron responsables de la Guardia Civil, Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y Subdelegación de Gobierno.

En la junta se acordó que los servicios de las distintas fuerzas estarán enfocados a la afluencia y concentración de personas. En este sentido se reforzará el protocolo habitual establecido para las fiestas en función de la dinámica de cada evento y habrá un seguimiento de todos los dispositivos día a día. La Guardia Civil señaló la presencia de medidas pasivas que se mantendrán fijas, especialmente el viernes y sábado por la noche, como es el caso de vehículos, si bien los titulares de los mismos deberán estar junto a ellos para retirarlos si fuera necesario.

En el caso de los desfiles, la seguridad afecta tanto a la preparación, con el corte de calles, como al desarrollo del evento y seguridad de los participantes y asistentes. La coordinación en todo tipo de vías será total entre las fuerzas de seguridad así como con los servicios sanitarios. Este año, los días 1, 2 y 3 de septiembre coinciden con el fin de semana. Por ello, se prevé una mayor afluencia de gente en los distintos actos festeros, y mayor número de incidencias en esos días. La celebración del «sopar de cabasset» del día 4 de septiembre es uno de los días en los que se reforzará la seguridad, mediante elementos de contención al principio de la calle Elche y en algunas de las calles transversales.

El Subdelegado de Gobierno, José Miguel Saval Pérez, señaló que «la ciudadanía muestra su gratitud ante toda medida de prevención y que, con la presencia de personal uniformado en las calles, la población reacciona de una forma más segura en situaciones de riesgo imprevistas». El concejal de Personal y Contratación, Antonio Pomares, pidió al Subdelegado de Gobierno la necesidad de una convocatoria extraordinaria para aumentar la plantilla de la Policía Local por considerar que en Santa Pola falta personal.