Los humedales de Santa Pola han visto cómo la presencia de aves en sus aguas se ha incrementado este año. Las altas precipitaciones que regaron el sureste peninsular el pasado invierno contribuyó a que los humedales de Santa Pola y el resto de la comarca mejoraran su funcionamiento ecológico, según destacaron desde la Asociación para la Protección y Conservación de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA). De este modo, en el último mes han podido avistar a casi 3.500 flamencos en un censo hecho desde la carretera N-332, una pareja de patos cuchara en vuelo en Canalets, dos conjuntos de pollos de tarro blanco con 8 y 14 pollos cada pareja, solo en un día.

Después de estos episodios de lluvias a los que siguieron unos meses con pocas precipitaciones hasta el presente, se volvieron a inundar enclaves de los saladares de las Salinas de Santa Pola, en su periferia, que suelen estar secos o solo inundados a veces, con agua de mar. En este caso, la estampa de plenitud hídrica durante la primavera se debió al aporte de las precipitaciones, y ha dejado en verano una gran multitud de nuevos polluelos de aves que no son difíciles de avistar a simple vista o con prismáticos. El nuevo agua supuso un aumento y aporte de nutrientes a estos enclaves y una renovación de sus aguas.Además, el arrastre de sedimentos ha provocado que crezcan y se multipliquen microorganismos vegetales y animales invertebrados que sirven de alimento a las aves y peces.

En otros días de avistamientos se han podido contar en Bras del Port 53 nidos de charrancito y a dos parejas de chorlitejo patinegro, una de ellas con un polluelo.

En las Salinas se han podido observar diversas especies de chorlitos y correlimos. En las inmediaciones de la depuradora también se han registrado más de medio centenar de fumareles cariblancos, y zampullines y más de un centenar de cigüeñuelas y de porrones comunes.

Además, el entorno marino santapolero se ha beneficiado de esta renovación hídrica puesto que el aumento de caudal del río Segura ha supuesto un aporte hídrico para el entorno marino que riega su desembocadura, mejorando las condiciones de las aguas y de la fauna marina también. No en vano,señalan desde Asociación para la Protección y Conservación de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), la bahía de Santa Pola es una de las mayores flotas pesqueras de la Comunidad Valenciana por el agua dulce que aporta la desembocadura del Segura.