Según apuntan desde las inmobiliarias la diferencia de precios en el alquiler estival de Santa Pola ya no reside tanto en la zona elegida para veranear, si no más bien, en las características de la vivienda. La orientación juega mucho papel en el baile de precios, al igual que la proximidad a la playa, las vistas del piso, las dimensiones de la terraza o las prestaciones paralelas, como las plazas de aparcamiento, o la posibilidad de tener piscina.