­Por primera vez gobierna en minoría, ¿le resulta complicado ejercer la Alcaldía así tras tantos años de mayorías?

Es muy difícil y requiere mucho esfuerzo. No se puede programar. Los concejales ahora son menos que en la Corporación anterior y están sobrecargados. Hay que tener más horas de reunión con los grupos políticos, hay que estar en medio para aproximar posturas. Tenemos menos tiempo para programar, vamos con la lengua fuera, pero mi valoración es positiva porque no hay bloqueo municipal. Las demás fuerzas participan y podemos trabajar para sacar adelante proyectos.

Consiguió gobernar gracias a la abstención del grupo de Ciudadanos y se le acusa de que les apoyan en todos los proyectos polémicos. ¿Qué opina?

Eso no es así. Ya quisiera yo que nos apoyaran en todo. En los plenos son imprevisibles. Ni los planteamientos políticos de fondo ni en la gestión del día a día nos apoyan en todo. Este año nos han apoyado en los presupuestos, y el año pasado votaron en contra. Es cierto que con el grupo socialista y con Ciudadanos coincidimos más veces que con l'Esquerra y Compromís, es lógico ideológicamente. Pero también hemos sacado temas con l´Esquerra como el consenso para la plaza del técnico de Deportes.

¿Hay carencias de personal en el Ayuntamiento?

Sí, totalmente. El problema de reposición de plazas es grave. No tenemos responsable de Intervención, solo una un día por semana, y nadie ocupa la plaza. El arquitecto municipal y el técnico de Cultura se jubilan ahora, hay bajas y la jefa de contratación se va fuera. Hay que suplir los puestos con contrataciones temporales y gente con poca experiencia y cuesta mucho esfuerzo sacar las cosas. A pesar de todo, los servicios funcionan y siguen adelante.

¿Cómo van las negociaciones sindicales con los funcionarios?¿Se avanza con la Policía?

La negociación sindical de personal está muy avanzada. En cuanto a la Policía Local, han rectificado su conducta de confrontación, estaban haciendo el ridículo. El caso es que tiraron la toalla y ahora negocian con el resto de personal. Estamos valorando el complemento específico, viendo cómo aplicar incentivos dentro de la ley, y la propuesta de puestos indefinidos.

¿Qué proyectos se han desarrolllado en estos dos años?

Este mandato no se ha bloqueado. Los presupuestos han salido adelante, aunque con más retraso y las inversiones, casi todas. Ahora, con el plan de obras se renovará el césped de la ciudad deportiva Juanfran Torres, en el campo municipal Enrique Miralles, en la Ciudad Deportiva Félix Candela... El plazo para presentar el proyecto a la Diputación acaba el 7 de julio. El arquitecto lo enviará antes de jubilarse para presentarlo dentro de plazo. Ha entrado la nueva contrata de limpieza, el ADN canino, no hemos dejado de asfaltar caminos, calles, hacemos obras de mejora y mantenimiento de caminos rurales y viario municipal.Estamos en todos los frentes, también en bienestar social.

¿Cómo funciona la contrata de limpieza en estos primeros meses de implantación?

Los contenedores están listos. De 500 de ellos, solo siete u ocho dan problemas en algunas calles y se ha solucionado. Los operarios se están haciendo con las máquinas. El tema de la recogida de vertidos en el extrarradio lo dejaremos para el año que viene.

¿Y el plan de industrialización marcha?

Hay presupuestados 80.000 euros este año para comenzar a trabajar en los primeros ejes. Muy pronto tendremos reunión de la comisión especial de Empleo para llevar propuestas y y concretar la contratación de esos ejes.

¿Cómo es la relación con el Consell ahora que ha cambiado de signo político?

No quiero hacer excesiva guerra. Mi postura es colaborar para que salgan los proyectos anteriores. Pararon la demolición de las 98 viviendas para estudiarlo, pero ahora sale adelante; y el Chapí también se construirá, con menos presupuesto. Mi voluntad es negociar los grandes y pequeños proyectos, como la ambulancia.

¿Qué pasará con el superávit? ¿Se va a usar para realizar nuevas infraestructuras?

El superávit solo se puede gastar para temas del año. No se pueden comenzar grandes proyectos basados en eso porque el superávit es impredecible y no se sabe si al año siguiente habrá presupuesto para mantener proyectos a la larga. Además, depende de una ley que fija un tope gasto, que no permite tener más gastos en el futuro que en los de este año. Hay que garantizar la estabilidad.