La segunda Jornada Deportiva Familiar de la Fundación Río Safari Elche funcionó con éxito de público ayer en Santa Pola, donde medio millar de vecinos y deportistas se pusieron el chándal y practicaron deporte frente al mar en la villa marinera para colaborar con una buena causa. La recaudación de la jornada fue en beneficio de la fundación, que destinará el dinero al proyecto TAO, una terapia asistida con leones marinos terapia leones marinospara niños con problemas físicos o psicológicos, pionera y única en el mundo.

La jornada comenzó con dos clases consecutivas de spinning que se llenaron por completo, en total 110 personas le dieron a los pedales frente al mar, después siguió una sesión de zumba y clases de body combat, de la mano de Gym Noray de Santa Pola y la Unión Excursionista de Elche. Los más pequeños también pudieron disfrutar de una zona de juegos especial donde pudieron entretenerse con pinturas y unas monitoras ataviadas como indias que dieron rienda suelta a la imaginación de los más pequeños para su entretenimiento.

Sin embargo, la parte más nivedosa del evento llegó de la mano de la práctica de deportes adapatados para personas con capacidades distintas. La asociación MetaSport de Albacete, que tiene uno de los pocos centros especializadas en este tipo de deporte en España, convirtió a la villa marinera y a este acto en una ventana para dar a conocer el mundo del deporte para personas con problemas de movilidad o discapacidades físicas o psíquicas. Así, el vicepresidente de la asociación, Pablo López, destacó como la gente de Santa Pola se acercó a la explanada donde se realizaron las actividades «con sorpresa» para empezar a conocer deportes como la boccia, el goal-ball, un fútbol para personas ciegas que se juega con un balón sonoro, o el slalom. Entre 10 y 15 personas con discapacidades y muchos otros niños practicaron estos deportes que, según López, solo se ven en los medios durante las paralimpiadas. «Hemos querido dar difusión a estos deportes desconocidos y, a la vez, hacer ver a la gente sin discapacidades físicas o psiquicas, lo que se siente al no poder contar con alguno de nuestros sentidos o al perder movilidad».

Muchos de los que jugaron al goal-ball se pusieron un antifaz y tuvieron que intentar golpear y seguir al balón siguiendo el sonido que produce los cascabeles que lleva dentro. El ejemplo sirvió para que los participantes pudieran ponerse en la piel de personas ciegas. Asimismo, también se practicó el slalom y la boccia, un deporte que practican personas en silla de ruedas, con parálisis cerebral o discapacidad severa.

La iniciativa, en la que también colaboró el Ayuntamiento de Santa Pola, aunó deporte y solidaridad y también sirvió como reclamo, según el vicepresidente de MetaSport «para profesionalizar el mundo del deporte adaptado».