«Las pinturas de Ballesta, como la poesía de Miguel Hernández, brotan de la herida». Así describe el académico de honor de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades, y uno de los mayores especialistas en Miguel Hernández, Jesucristo Riquelme, la obra de Antonio Ballesta, pintor que rinde en Santa Pola su particular homenaje cuando se cumplen 75 años de la muerte del gran poeta oriolano Miguel Hernández, a través de la muestra «Poemas Pictóricos», que se puede visitar en el Museo del Mar, en el centro de la villa marinera.

El pintor alicantino imprime el lienzo, arrastra y decapa con pinceles un mundo abstracto en el que reinterpreta, después de una profunda lectura, las obras de los escritores Miguel Hernández, María Zambrano y Federico García Lorca. Ballesta pretende con esta exposición obligar a los visitantes que acudan al Museo del Mar a leer a Hernández, a Zambrano y a Lorca. Cada cuadro expuesto está inspirado en un poema diferente de estos autores, por lo que la pintura siempre va acompañada de un título o de una cita literaria para completar la obra de estos escritores.

Jesucristo Riquelme resalta los colores que usa el pintor cuando habla de Miguel Hernández. «Cuando el color dominante del cuadro es ocre amarillento, nos sitúa en la tierra, de labranza y de vida, que contrasta con el dramatismo que se desprende de los colores calientes del sol, violetas y rojizos. Las líneas negras significan miedo, turbación y anulación», destaca el académico.

El comisario de esta exposición, Valeriano Venneri, valora que «no es fácil dar una llave de lectura nueva, original y meditada a personajes tan ilustres y reconocidos, pero nuestro Ballesta sorprende por la calidad de su obra, donde cada color, cada tonalidad, se convierten en materia», apunta el comisario.

Así, los versos, los mensajes y los momentos, las inquietudes que estos grandes personajes de la literatura española quedan expuestos a través de la mirada del pinto alicantino en esta muestra en Santa Pola.

Antonio Ballesta, pintor autodidacta, ha dedicado muchas exposiciones a temas complejos como son los conceptos de libertad, de justicia o de democracia y, a su vez, demuestra una gran empatía hacia los demás. Uno de estos ejemplos es su obra dedicada a las mujeres «La otra mirada», donde, tal y como el autor lo describe, trató de expresar «un canto a su realidad de esperanzas desesperadas, de libertades cuarteadas de sumisiones intolerables», y que expuso por primera vez en 1997 en la localidad de Orihuela.

El artista alicantino ya dedicó dos exposiciones individuales a Miguel Hernández en su lugar de nacimiento, en 2005. «Me alimento de su obra y de su vida, y, me entrego totalmente por el camino hernandiano para renacer a nuevos horizontes artísticos».

La muestra, organizada por la Universidad de Alicante, la Cátedra Arzobispo Loazes y Santa Pola Cultura, permanecerá abierta al público hasta el 28 de mayo.