Paisajes, luz, realismo e imágenes costumbristas y apacibles de los pueblos de la montaña alicantina definen la obra del pintor Francisco Barrachina. Mañana miércoles, a las 20.15 horas, la Casa de Cultura de Crevillent inaugurará la exposición antológica dedicada al pintor Francisco Barrachina, que en la actualidad ocupa un lugar privilegiado dentro de la pintura española, considerándose como uno de los mejores pintores realistas, según los expertos. La exhibición de 40 de sus obras permanecerá hasta el 10 de junio, pudiendo adquirirse algunas de sus piezas.
La presente exposición viene a resumir la trayectoria vital de «el pintor de la luz de la montaña», tal y como es reconocido en el mundo artístico. Sus pinturas fascinantes y atractivas, estimuladas por la naturaleza que rodea a su autor, muestra a niños y niñas, mujeres, pastores y animales. El mismo pintor reconoce que su repertorio de temas es amplio, no tiene un favorito, los son «todos, con tal de que esté la figura humana en primer término. El paisaje o entorno que queda es secundario», considera el propio Francisco Barrachina.
Según la comisaria de la exposición, Ana Satorre, «la obra de Barrachina es un homenaje a la tierra que le vio nacer y donde vive y tiene su estudio, Benifallim». Latorre continúa explicando que «es una oportunidad única poder tener su obras en la Casa de Cultura, y poder conocerlo a él el día de la inauguración, puesto que es símbolo de una época y gran representante del realismo en el arte», concluye la comisaria.
Francisco Barrachina ha dedicado su vida al arte y, a sus 77 años, prosigue infatigable trabajando en sus obras artísticas. Discípulo de Manuel Vivó y Ramón Castañer Segura, Barrachina es continuador de la pintura realista valenciana, con gran influencia de artistas como Emilio Sala, Martín Rico, Sorolla o Fortuny. Actualmente reside entre Alcoy y Benifallim, pueblo donde nació y tiene su estudio artístico. Su concepto del color es muy mediterráneo, dominándolo con gran facilidad, consiguiendo por ello unos retratos que cobran vida, y unos paisajes que nos trasladan a una permanente primavera Mediterránea. La concejal de Cultura, Loreto Mallol, también invita a los crevillentinos a visitar esta exposición en la que podrán comprobar el juego de luces, el colorido y la perfección de toda su obra.