El Ejecutivo local ha dado el visto bueno al proyecto de construcción de las obras de la depuradora que bombeará las aguas residuales de Tabarca a la red de saneamiento de Santa Pola. Dicho plan se concreta con un reforma de la Estación de Aguas Residuales (EDAR) de Tabarca y la ejecución de un colector que lleve estas aguas a la estación de bombeo de Martínez Valero, en la localidad santapolera, a través de una tubería submarina de cinco kilómetros.

Tras trece años de desavenencias entre las administraciones de Alicante y Santa Pola y el Consell, este expediente parece que se hará realidad, aunque con pocas especificaciones en torno a aspectos como el patrimonio, el impacto ambiental y el planeamiento urbanístico de la nueva obra.

Los técnicos municipales de la villa marinera han dado conformidad al proyecto que data de 2004, cuando el entonces alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, y el presidente del Consejo de Administración de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) en la Comunidad Valenciana firmaron un convenio de cofinanciación de las estructuras de saneamiento entre la villa marinera y la isla vecina. Ahora, el Ayuntamiento remitirá el informe favorable a la EPSAR para que puedan comenzar estas obras. En enero, la entidad autonómica urgió al Ayuntamiento de Santa Pola a que se pronunciara sobre la viabilidad del proyecto para poder empezar la ejecución de los trabajos, cuya obra final será titularidad de la Generalitat Valenciana, y su gestión correrá a cargo de la EPSAR.

Por el momento, y desde hace muchos años, los vertidos de aguas negras de Tabarca desembocan directamente al mar a través de un emisario de 400 metros. La actual depuradora de la isla es muy básica y solo realiza un filtrado por tamizado y un tratamiento secundario de depuración biológica por fangos activos. La situación se agrava al tener en cuenta que la isla en sí y su costa están declarados como Reserva Marina, una medida de protección específica que contribuye a lograr una explotación sostenida de los recursos de interés pesquero en Tabarca, estableciendo medidas de protección específicas en áreas delimitadas de los caladeros tradicionales.

Según el convenio, la entidad de Saneamiento de la Generalitat Valenciana cifra las obras de mejora de la EDAR de Tabarca y su conducción submarina hasta la Península en algo más de un millón y medio de euros.

El Ayuntamiento de Santa Pola tendrá que encargarse, además de asumir estos residuos, de vigilar el cumplimiento de la ordenanza municipal de vertidos al alcantarillado, siendo responsable de los vertidos propios que se realicen en ese sistema de saneamiento.