La crónica de los Moros y Cristianos de Crevillent cambia, tras 25 años seguidos, de escritor. El hasta ahora cronista, Josep Antoni Aznar, pasa el testigo al joven Juan Antonio Bru. Aznar, de forma ininterrumpida, durante un cuarto de siglo, ha dejado constancia, año tras año de todo lo acontecido en las fiestas. Ahora, de manera más relajada, con su mujer y tres hijos, vivirá las fiestas dentro de la comparsa Benimerines aunque se compromete a seguir vinculado y colaborando en cualquier acto que lleve a cabo la asociación. En especial, dio gracias a los dos presidentes, Enrique Manchón, en cuyo mandato entró como cronista; y a José Ángel Asencio,con quien, tras un cuarto de siglo escribiendo, deja su labor.

Aznar recuerda que entró en el año 1992, con 27 años, de la mano de Enrique Manchón, «que apostó por mí a pesar de que en ese momento había mucha gente que se oponía a que yo fuera el cronista». Sin embargo, aquel año fue el primero en el que, libreta y bolígrafo en mano, comenzó a acudir a todos los actos que la Asociación de Moros y Cristianos realiza a lo largo del año.

A partir de esa época y hasta 2016, Aznar ha preparado 25 crónicas, que tarda entre tres y cuatro meses en escribir, después de visionar muchos videos y apuntes, y que todas juntan suman más de mil páginas y más de ocho años completos de trabajo de escritura.

Como profesor del instituto Macià Abela, su trabajo de cronista ha sido voluntario y desinteresado. Aznar destaca de esa labor que «dentro de cien años alguien podrá consultar cómo se vivían las fiestas en nuestro siglo», argumenta.

De los mejores momentos de su trayectoria recuerda cuando sus hijos comenzaron en la comparsa de Benimerines o las vivencias personales de las 301 reinas que ha conocido. De los peores, cuando llovía y tocaba cancelar actos.

«La fiesta sirve para hacer pueblo y hermandad frente a un mundo tan insolidario y hostil», asegura. Además, se siente orgulloso de haber hecho de todo en las fiestas. «Lo mismo tenía que hacer de guardaespaldas improvisado de Joan Monleón, que escribir un poema o hacer una paella». Ahora, deja paso de forma natural al nuevo cronista, con quien se quiere sentar para hablar y conocerse en profundidad, de forma distendida, y al que augura un buen futuro «porque me han dicho que es una persona excepcional, que escribe muy bien y que se expresará del mismo modo».

Juan Antonio Bru es el nuevo cronista oficial. Ha tomado el relevo siendo consciente de que «es una responsabilidad muy grande», pero está muy orgulloso y agradecido de tener este encargo. Empezó desde niño a vivir la fiesta con sus tíos, pero no fue hasta 2007 cuando se unió por primera vez a una comparsa, la de Berberiscos. Además, ya tiene bagaje en la Asociación, con la que ha colaborado con diversos escritos y también como secretario. Su formación académica como historiador, le ayudará en su labor porque «es importante conocer la historia de la fiesta, de tu pueblo, y cómo plasmarla. Espera tener su propio estilo, poder expresar todos los sentimientos que le producen la fiesta y dará mucha importancia a la música y las marchas moras, ya que es miembro de la Sociedad Unión Musical de Crevillent, así como del Orfeón de Voces Crevillentinas. Bru también quiere que su obra guste a los lectores. Del anterior cronista, Josep Antoni Aznar, asegura que ha leído sus crónicas y que aprecia su forma de trabajar. Ahora, se apoyará en él y su experiencia ante cualquier duda.

Uno de los actos que Bru espera cubrir con más ilusión es el de Proclamación de Capitanes y Bellezas, porque es un acto muy emotivo y de gran expresividad, al igual que la narración que espera de los boatos y los desfiles, los actos que más intensamente viven tanto participantes como público.

El nuevo cronista agradece todo el apoyo que sus allegados, la asociación y los vecinos de Crevillent, en general, le están brindando. «No me esperaba que esta noticia fuera tan pública y tan importante para los crevillentinos, pensaba que sería todo más anónimo», afirma el nuevo cronista. No obstante, las muestras de cariño no dejan de llegar para el que será el próximo garante de que las fiestas de Crevillent queden reflejadas, para siempre, con unas bonitas letras. Ahora falta por ver si, como Josep Antoni Aznar, será durante el próximo cuarto de siglo.