Crevillent ha abrazado oficialmente el inicio de la Semana SantaSemana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. El pregón de la maestra Pilar Mas abrió ayer los actos religiosos en el municipio con un mensaje tanto para mayores como para los recién llegados. «La Semana Santa es de todos», remarcó Mas, aludiendo a que las generaciones de crevillentinos con más edad deben inculcar el sentimiento y la fe a los más jóvenes para mantener la tradición. Como maestra durante gran parte de su vida en Educación Primaria y parvulario del colegio Primo de Rivera, la docente puso el énfasis en la importancia de transmitir valores entre los más pequeños.

La parroquia de Nuestra Señora de Belén acogió en la tarde de ayer el tradicional acto precedido de la Santa Misa solemnizada en su parte musical por el Coro Rabinos, que bajo la dirección de José Alberto Aznar, interpretó la «Misa Breve en Do», de Charles Gounod. Mas se mostraba algo nerviosa antes de dar el pregón «porque mucha gente esperaba un gran discurso por el hecho de ser maestra y crevillentina, espero no decepcionar», confesó.

La maestra, designada por la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Crevillent, realizó un discurso muy emotivo y local con el que logró a transmitir a los presentes el sentimiento de arraigo de la Semana Santa en Crevillent. El texto, dividido en tres partes, enlazó el desarrollo de su vida, que comenzó hace 72 años, con la evolución de la Semana Mayor en el municipio.

La pregonera abrió su parlamento haciendo un recorrido por sus comienzos como cofrade, que se fraguaron en el seno de una familia que, generación tras generación, ha vivido la Semana Santa con fervor. «Desde que nacemos, somos cofrades», afirmó en su parlamento en la parroquia. La maestra recordó su época de infancia en los años 50, «una etapa en la que las cosas no andaban bien» y en la que la Semana de Pasión se vivía con muy pocos recursos y medios aunque, para Mas, la escasez material se suplía con «fe, devoción y trabajo, porque así se llega a todas partes» y así, conseguían hacer de este período tras la Cuaresma uno de los momentos más especiales y emotivos del año.

En la segunda parte de su historia, Pilar Mas se centró en una época de transformación y crecimiento, tanto personal como de la Semana Santa. La encargada de narrar el pregón fue desgranando poco a poco los detalles que han hecho que Crevillent se convierta de una tradición con pocos recursos económicos a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Internacional.

La última parte de su discurso se centró en valorar el sentido cristiano de esta conmemoración. Pilar Mas incidió en que la Semana Mayor no solo debe centrarse en «acudir a ver los pasos y en el almuerzo tradicional», sino que debería centrarse en fundamentos más profundos como la veneración de las imágenes y lo que transmiten a quienes las veneran. Mas insistió en que de esta manera se logra vivir la Semana Santa de forma plena, no solo durante el periodo de Pascua, sino todo el año y que hay que conseguir transmitir este sentimiento a la gente joven y que se involucre en ella para que continue extendiéndose y haciéndose grande en Crevillent. Así puso punto y final a uno de los momentos más destacados en el inicio de la Semana Mayor. Mas estuvo arropada en el acto por amigas de infancia y maestras, que, como ella, empezaron a colaborar en la edición de la revista de Semana Santa corrigiendo los textos que, a papel y bolígrafo, enviaban los fieles durante la época de los 70 y 80. Así, palabra a palabra, coma a coma, las docentes también engrandecieron la Semana Santa.