El siniestro en el que, el martes por la tarde, un motorista resultó herido grave en un accidente ocurrido en la N-332, en Santa Pola, a la altura del antiguo hotel Rocas Blancas, es el cuarto incidente de consideración en el mismo punto kilométrico desde septiembre de 2016. El último desde entonces tuvo lugar el pasado 8 de diciembre, cuando un adolescente murió atropellado tratando de cruzar la carretera a la altura del hotel para dirigirse al «skate park». El menor circulaba con patines de línea en sentido hacia Cartagena.

Desde el año 2009, según datos de la DGT, Santa Pola ha sufrido más de 25 accidentes de consideración, con unas 50 personas afectadas y otros tantos vehículos implicados. El principal motivo por el que el kilómetro 88 de la N-332 se convierte en punto negro es la señal de «Stop» a la entrada de Santa Pola, que dificulta la incorporación a la vía urbana y provoca embotellamientos. El otro punto conflictivo es el «Ceda el paso» con poca visibilidad por el que se incorporan los vehículos a la N-332 a pocos metros de la otra señal referida.

A pesar de los continuos accidentes graves, que han costado la vida de varias personas, Santa Pola sigue esperando soluciones desde Fomento para mejorar la seguridad vial. En concreto, el carril de aceleración de Gran Alacant en dirección a Alicante, el de incorporación de Gran Alacant a Santa Pola y el paso soterrado de la entrada a Santa Pola son las tres actuaciones reclamadas por el Consistorio ante el Ministerio de Fomento como proyectos de urgente implementación.

En cuanto a la mejora de accesos en el área de Playa Lisa y Gran Alacant, la obra aún no está presupuestada. Fomento licitó las obras de seguridad vial y la mejora de accesos al municipio en 2006. Desde entonces, a través de los distintos equipos de gobierno se ha solicitado varias veces el comienzo de los trabajos. Una de las últimas respuestas desde Madrid llegó reconociendo que queda pendiente la realización de estos dos proyectos y presupuestando el de la zona de Rocas Blancas para 2017.

Las Cortes valencianas, en el mes de noviembre, instaron a la Conselleria de Obras Públicas a que acometa el proyecto de desdoblamiento de la carretera CV-865 para dotar a la vía con dos carriles por sentido de circulación, y que se ejecute en 2017.