Los residentes que habitan en este momento en la calle Almansa aún no salen de su espanto tras el luctuoso hecho ocurrido el sábado, en el que perdió la vida uno de sus vecinos. Frente a la vivienda siniestrada aparecen ahora unas flores y un mensaje colocados por una mujer y su hija en homenaje al fallecido.

Una de las vecinas del bloque colindante recuerda cómo «primero noté un ruido muy fuerte y cómo mi piso temblaba mucho, pensé que el edificio se derrumbaba». Esta santapolera, que vive todo el año en Gran Alacant, asegura que, tras tranquilizarse un poco al ver que todo seguía en orden en su hogar, oyó muchos gritos fuera y salió al balcón para comprobar que había una vivienda en llamas de la que salía una gran humareda y vio como otros residentes ofrecían su ayuda para sofocar el fuego «con extintores, mantas y chaquetas».

Otro hombre presente durante el suceso asevera que, en cuanto se percató de que había una persona en peligro en el balcón, «fui a ayudar sin pensarlo, supongo que por instinto». Este vecino intentó acceder a la vivienda por la puerta pero no fue posible. «Lo pienso ahora y se me ponen los pelos de punta, quizá fue temerario lo que hice, pero solo pensaba en socorrer al hombre».

Otra residente del bloque contiguo no puede evitar emocionarse al pensar en el hecho acontecido y relata que «fue una impotencia muy grande ver que no podíamos hacer nada por apagar las llamas o por salvar la vida del vecino».