Santa Pola conecta sus sentidos hacia su parque natural. En estas fechas en las que la temperatura del agua del mar aún no llama al baño, los santapoleros cambian de rumbo hacia las Salinas, que también aprovechan el tirón para programar muchas actividades para su difusión y, sobre todo, su protección.

El equipo de guías medioambientales del parque natural de las Salinas de Santa Pola celebró esta semana el Día del Árbol y el Día Mundial de los Humedales con una repoblación en la charca del centro de interpretación, en el Museo de la Sal. La celebración contó con alrededor de 120 niños y niñas de la villa marinera de entre cuatro y doce años que plantaron especies típicas de saladar y de la zona con el fin de crear una barrera de protección para la fauna presente en esa charca. Los menores fueron dirigidos por los guías del parque, que les enseñaron también detalles sobre la variedad autóctona del entorno, el limonium santapolense, y sobre la necesidad de preservar el medio ambiente que rodea a la villa marinera.

Las rutas natural y del mar organizadas por Turismo de Santa Pola enseñan a los visitantes las singularidades de la localidad a través de su patrimonio natural y cultural. El condicionamiento de habitar un área marina y con un espacio natural salino son narrados por un guía profesional semanalmente a todos los curiosos por la forma de vida en la villa.

Además, este febrero continuan las actividades para poner en relieve la importancia del único paraje en España que mantiene a la población de flamencos durante todo el año. El parque natural de las Salinas, en colaboración con el Ayuntamiento de Santa Pola, también trabaja por realizar labores de mejora para la prevención de desastres naturales. En esta ocasión planean, el 25 de febrero, un encuentro de asociaciones en el parque natural con el objetivo de relacionar el humedal con todas las gentes de su entorno y destacar así la importancia de estas charcas para el mantenimiento de la vida y, en particular, su papel en la reducción de riesgo de desastres.

Los guías celebran que cada vez los locales acudan más y se sorprendan de lo que encuentran y descubren en la villa marinera.