Crevillent aplicará el ADN canino en el municipio como método para identificar a los animales y a sus dueños a la hora de luchar contra la presencia de excrementos en las calles de la localidad.

Con esta modificación en la ordenanza de animales, todos los perros de Crevillent tendrán que contar con un registro genético. Será entonces cuando se implante un sistema para analizar los excrementos que se encuentren en lugares públicos del municipio, para identificar a los dueños e imponer, en su caso, sanciones por dejarlas en la vía pública. Los veterinarios podrán hacer la extracción de sangre para después remitirla a un laboratorio especializado en su análisis.

El último pleno municipal desbloqueó esta medida al eliminar la suspensión de los artículos de la ordenanza reguladora de tenencia de animales de compañía referentes a la extracción obligatoria de sangre de los canes que se estableció por acuerdo plenario del 28 de septiembre de 2015. Los votos favorables de PP y Ciudadanos en Crevillent levantaron este aplazamiento que ya se debatió en la última comisión de régimen interior.

La empresa encargada de la contrata de la limpieza, FCC, llevará adelante la gestión integral del ADN para sancionar al propietario del perro que abandone las cacas en la vía pública sin recogerlas, asumiendo el coste de la extracción de sangre, el registro de deposiciones, el envío de muestras al laboratorio y la emisión de chapas identificativas, incluyendo una campaña de difusión e información ciudadana. FCC asumirá durante la duración del contrato todos estos gastos . Se estima un total de 2.500 perros a registrar durante estos diez años de trabajos con un coste anual del servicio de 34.914 euros. Por otro lado, la firma también intensificará la limpieza de deposiciones en las calles aumentando la frecuencia a dos días a la semana.

Uno de los motivos que aportó el Gobierno municipal crevillentino para sacar desbloquear esta propuesta fue él éxito que está teniendo esta media en otros municipios que ya la han adoptado, en los que hay datos que muestran que la presencia de excrementos en las calles es un 80% menor, tal es el caso de Xátiva.

Desde la Concejalía de Limpieza en Crevillent aseguran que previa a la implantación del ADN canino se iniciarán campañas de sensibilización e información sobre la puesta en marcha de la propuesta, así como de la necesidad para acabar con esta «desagradable situación en que se encuentra Crevillent, aunque el problema de los excrementos en las calles se deba a una minoría de propietarios», según explica el edil del área, Francisco Verdú. De esta manera, el Ayuntamiento de Crevillent va a hacer un seguimiento a los infractores que se salten las normas y no recojan las heces de sus perros en la calle. Los datos quedarán registrados en posesión del Ayuntamiento, para cotejarlos con los resultados de las analíticas de las deposiciones obtenidas desde la vía pública.

Sanciones

En la ordenanza de animales que se desbloquea ahora están contempladas multas de 300 euros en caso de no recoger los excrementos y de 600 euros si no se retiran de modo reincidente, lo que sucederá si el dueño ya ha sido sancionado por igual motivo. También se multará la no inscripción del perro en el registro. No obstante, las sanciones podrán revisarse previa a su aplicación definitiva.