El segundo punto del día del pleno de enero de Crevillent quedó, literalmente, sobre la mesa en la sesión. El alcalde, César Asencio, propuso la retirada de este tema, que él mismo incluyó en el orden del día en su momento, y que proponía la modificación del acuerdo de pleno de 30 de noviembre de 2015 en la que se aprobó la moción presentada por l'Esquerra para el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica y la consecuente retirada del monolito al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.

En una junta de portavoces previa a la sesión, PP, PSOE, Ciudadanos y l'Esquerra pactaron que fueran los representantes del municipio quienes iniciaran un expediente con los vestigios que se deben retirar para cumplir con la ley de Memoria Histórica en vez de remitirlo al Consell previamente como pretendía el PP. Así, sigue vigente el acuerdo de retirada del monolito que se aprobó en noviembre de 2015.

El acuerdo se topó con la oposición de Compromís, que votó en contra de la retirada de este punto en el pleno, ante lo que consideró «una rectificación del PP en su estrategia para conseguir dilatar, una vez más, esta decisión sin tener que significarse en una votación», según manifestaron desde la formación de izquierdas.

Este pacto entre Gobierno local y oposición viene con ciertas condiciones. L'Esquerra no presentará denuncia ante el incumplimiento de la decisión plenaria, para la que ya interpuso una solicitud de apremio, si se inicia pronto el expediente y se garantiza su retirada. El consenso debe darse entre todos los portavoces y cuenta con la declaración explícita de César Asencio de que será así. L'Esquerra anunció que, si el Gobierno municipal no cumple con su palabra y en unos meses no ha habido ninguna acción al respecto, «ya no habrá excusas que valgan ni para el PP ni para Ciudadanos», afirmó el portavoz del grupo, Josep Candela.

Por su parte, la portavoz de los populares, Loreto Mallol, manifestó que una de las posibilidades para cumplir con la Ley de Memoria Histórica sería la retirada de alusiones franquistas del monolito -busto y letras- y dedicarlo a algo «neutral» como la Constitución o a «todos los que lucharon por el bien de España», pero no es más que una propuesta ante las futuras reuniones.

Por otro lado, desde Compromís lamentaron que l'Esquerra, quien propuso la moción de 2015, pactara con PP, Ciudadanos y PSOE ante «una propuesta con argumentos poco creíbles, que se repiten por tercera vez y que alimenta la estrategia de inacción del alcalde», según el portavoz del grupo de Compromís, José Manuel Penalva. En respuesta, el portavoz de l'Esquerra, Josep Candela, dice no compartir «la postura de quien quiere ir por táctica partidista a una votación sabiendo que va a perderla, porque en ese escenario no es inteligente forzar la confrontación de posturas».

La modificación de la moción de noviembre de 2015 por la que se acordó la retirada del monumento a Primo de Rivera del Mercado de Abastos de Crevillent hubiese dejado en un limbo administrativo esta acción, señaló.

Este es el punto que, finalmente, no se debatió en pleno y que hubiese obtenido los probables votos de apoyo de PP y Ciudadanos para revertir la decisión plenaria tomada hace más de un año y supeditar la eliminación de este monumento a su inclusión en un inventario exhaustivo, junto a todos los elementos urbanos franquistas de Crevillent, y a determinar las medidas a adoptar en cuanto a su mantenimiento, modificación y retirada tras un estudio y valoración del Consell.