La asociación Plato Solidario reclama más ayudas para seguir adelante con su proyecto de dar comida caliente a diario a gente en riesgo de exclusión social. En estos momentos piden más restaurantes colaboradores y personas asociadas que ayuden a incrementar su fondo económico básico, que, según la presidenta, Maribel de Rus, se encuentra bajo mínimos. De hecho, según apuntó la presidenta, « en muchas ocasiones ponemos dinero de nuestro bolsillo». Este fondo se utiliza para comprar comida en caso de emergencia y también para financiar el material necesario para llevar a cabo su labor, como son gorros, guantes de cocina y delantales. Cada día, sus siete voluntarios ven pasar por la sede en la calle Iglesia, a personas que llegan a mediodía a recoger su ración de comida para llevar a casa. A este centro acude gente sin otro tipo de ayudas sociales.

De Rus comenzó como voluntaria en esta asociación en 2013, y, desde entonces, ha visto cómo la demanda de ayuda se ha incrementado, si bien los restaurantes colaboradores son menos. Cada día dan de comer a 33 personas en riesgo de exclusión social con un perfil de identidad muy variado. Hay personas indigentes, víctimas de violencia de género o personas con dependencia. Plato Solidario nació dando de comer a 25 personas y con una veintena de restaurantes colaboradores. Ahora, de esos negocios, solo continuan diez en el listado. También colaboran con ellos cinco panaderías santapoleras que aportan varias raciones de pan diarias.

Desde Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Pola elaboran el listado de gente a la que la organización puede ayudar y este no para de crecer. «Antes de Navidades, incluyeron en la lista a una familia de cinco personas, pero no hemos podido ayudarles porque no tenemos la materia prima suficiente», aseguró De Rus. Plato Solidario solicita también la colaboración de comercios que aporten fruta o yogures para completar la dieta de sus usuarios.