Una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Elche ha desestimado el recurso interpuesto contra el Ayuntamiento de Crevillent y la Conselleria de Infraestructuras y Transportes, y les da la razón sobre la concesión de la licencia de obras a la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís y la aprobación del proyecto técnico de ejecución de la subestación eléctrica en la partida del Boch de Crevillent.

El proyecto, que ya se ejecutó, consistía en la construcción de una estación eléctrica en una parcela de 13.494 metros cuadrados en el polígono del Boch, con un coste de 6 millones de euros, y con potencia de 30 megawatios con una previsión de ampliación de 30 megawatios más. La subestación se ubica junto a la línea eléctrica de 132 kilovoltios Granja de Rocamora-Elche Sur de Iberdrola, al sur de la Autovía A-7, en la zona de la Estación de Ferrocarril. La instalación contaba con un estudio de impacto ambiental favorable iniciado en 2004 y está en suelo no urbanizable de régimen común.

Los vecinos del Boch adujeron errores localizados en las respectivas licencias de obras y en la declaración de impacto ambiental, y presentaron un recurso de reposición ante el expediente del proyecto con fecha de 20 de mayo de 2010, aunque ahora se desestima. Ese mismo año mostraron su malestar por el inicio de las obras de la subestación eléctrica por parte de la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís e Iberdrola junto a sus propiedades. La cooperativa, empresa matriz de Grupo Enercoop, adquirió los terrenos para la construcción de la subestación en el año 2007.

La sentencia, que llega seis años después del inicio del pleito es, según el alcalde, César Asencio, «muy importante para el Ayuntamiento», porque mantiene la estación construida en su día por la cooperativa eléctrica, que es la beneficiaria de la licencia de obras del Ayuntamiento y de la aprobación del proyecto técnico por la Generalitat. Crevillent, con esta resolución, cierra así el paso a las consecuencias que hubiera ocasionado la nulidad de la licencia de obras, que podrían haberse saldado con indemnizaciones económicas ante el demandante o la anulación de las autorizaciones para la subestación. Asimismo, añadió que, «frente a aquellos que solo dicen que el Ayuntamiento pierde todos los pleitos, hay que recordarles que se están ganando prácticamente todos los contenciosos y denuncias penales».

Mientras, desde la Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís, su presidente, Guillermo Belso, se mostró satisfecho con la sentencia, porque «así dejan de estar en peligro unas instalaciones que dan beneficios y un mejor suministro eléctrico a la población de Crevillent». Para Belso, era lógico que la sentencia fuera favorable, puesto que, afirmó, el proyecto que se realizó con Iberdrola cumplía con todas las garantías. El presidente de la cooperativa añadió que, en el caso de haberse dictado una sentencia desfavorable, se podría haber llegado a cerrar la planta, y esto hubiese supuesto un gran perjuicio para la empresa y para Crevillent.

El responsable de la cooperativa aseguró que, antes de comenzar el litigio, técnicos de la empresa trataron de mediar con la parte que interpuso el recurso para tratar de tranquilizar y aclarar las dudas en cuanto a la construcción de la instalación eléctrica, pero estas conversaciones no dieron frutos.